La Ciudad de México está en el ojo del huracán, y no es la primera vez, siempre se ha caracterizado por la controversia que provoca su posición ante medidas polémicas, como la interrupción legal del embarazo y la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo; decisiones que crean conflictos entre la sociedad, pero que al final terminan convirtiéndose en el derecho de cada ciudadano, el hacer uso de ellas o no. La eutanasia es otro de estos temas.
En esta ocasión, la mirada se centra en la aprobación de la muerte asistida y es que, en la nueva Constitución de la Ciudad de México, el artículo 11 permite a los ciudadanos tener una muerte digna, y la posibilidad de pedir la eutanasia, convirtiéndose así en el séptimo país en el mundo, en donde se incluye este derecho en su Carta Magna.
“Este derecho humano fundamental, deberá posibilitar que todas las personas puedan ejercer plenamente sus capacidades para vivir con dignidad. La vida digna contiene implícitamente el derecho a una muerte digna.”
Eutanasia a nivel legal
Se espera que este artículo sea aprobado en toda la República, permitiendo que miles de personas que han tenido que padecer una enfermedad durante años, puedan por fin, elegir si continúan sufriendo, o si dan por terminada su vida, al fin y al cabo, es decisión de cada quien.
La iglesia mexicana se ha pronunciado, en varias oportunidades, respecto de las disposiciones que se dan en Ciudad de México, calificándola como “asesina”. Sin embargo, parece que la influencia de la Iglesia Católica en el panorama político internacional y nacional, es cada vez menor.
