No son ratas, no son una plaga y menos todavía deben ser eliminados, por el contrario, el tlacuache es una especie importante para la biodiversidad de México y su sobrevivencia depende en buena medida de los mexicanos.
En 2018, con las inundaciones sucedidas en varias partes de la Ciudad de México, estos animales se hicieron famosos porque tuvieron que salir a las calles, se quedaron sin sus hábitats usuales y comenzaron a ser objeto de agresiones por parte de ciudadanos ignorantes.
Sabemos que uno de los grandes problemas de la urbanización acelerada es el desplazamiento de especies propias de la zona; los tlacuaches, únicos marsupiales mexicanos, están en este territorio incluso desde antes de la era prehispánica, aunque con el crecimiento poblacional y el desarrollo de las ciudades, han ido perdiendo territorio.
Ninguna especie animal ni vegetal debería ser desplazada por la mano del hombre, aunque en el caso de México sabemos que siempre dominan los intereses económicos y el negocio de las constructoras, que urbanizan hasta el último pedazo de territorio con tal de ganar dinero.
Aunado a lo anterior, los mexicanos son bastante ignorantes respecto a otras especies vivientes y suelen exterminar cualquier rastro de otros animales, so pretexto de su propia seguridad.
Los tlacuaches no son animales rastreros, no son agresivos ni tampoco suelen portar enfermedades transmisibles a los humanos. Por el contrario, ellos suelen habitar en zonas alejadas del tumulto, y tienen a la naturaleza como hogar predilecto, aunque algunas veces no tienen otra opción que salir al mundo, porque sus áreas naturales han sido depredadas.
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