Para nadie es un secreto que en México la justicia sólo se hace por propia mano, pues el sistema judicial últimamente está completamente volteado en contra de la sociedad y a favor de todos los que rompen la ley.
Y así, después de mucho tiempo de vivir en la incertidumbre, la sociedad mexicana ha salido a recuperar las calles, haciendo la justicia que ni el gobierno ni los policías les han hecho en años.
A continuación una serie de casos en los que se demostró que una sociedad mexicana unida puede más que un sistema torcido y enfermo.
Nadie afirma que este estado de autogobierno sea bueno, sin embargo es una respuesta lógica de una sociedad que ya se siente acorralada por el miedo.
Justicia en manos de los chilangos
Los habitantes de la Ciudad de México viven a diario el karma de los asaltos y la violencia callejera. No hay horario ni zona, toda la capital está sitiada por los delincuentes y nadie se salva de ser víctima. Por eso en los últimos años se han multiplicado los casos de ciudadanos que, cansados de tener que darle lo poco que tienen a los delincuentes, deciden ponerles un alto y hacer valer eso de que «el valiente vive hasta que el cobarde quiere».
https://www.youtube.com/watch?v=yGoeY0ph1JY
Otra cosa que sucede en este país de absurdos, es el abuso de autoridad contra los más débiles. En este caso, un grupo de policías, en lugar de combatir criminales, se decidieron a sembrar el miedo abusando de un niño de la calle que se ganaba la vida vendiendo dulces. Afortunadamente, la gente que estaba por ahí se sobrepuso al miedo y les dio una lección a esos que, se supone, deberían defender a la sociedad en lugar de acosarla.
En este caso, la sociedad demostró su hartazgo contra las desapariciones y los asesinatos del crimen organizado. Un par de delincuentes que, supuestamente, pretendían deshacerse de los restos de una mujer, fueron linchados y asesinados por una población indígena, en Chiapas.
Y finalmente, el caso de un hombre que acosaba mujeres en el Metro de la Ciudad de México. Esto no es nuevo, pues diariamente miles de féminas viajan en el transporte público, siendo víctimas de hombres que aprovechan el espacio para tocarlas, acosarlas verbalmente o hacer actos libidinosos en el trayecto. En esta ocasión la mujer, apoyada por el resto de los usuarios, encaró a su acosador y lo puso en vergüenza antes de entregarlo a la policía.
https://www.youtube.com/watch?v=7DYJeNoVgnM
Valeria Lira
