¿Alguna vez viste la serie de la Reina del Sur?, ¿El Señor de los Cielos?, ¿Rosario Tijeras? Todas esas son producciones latinas, con una buena parte de mano de obra mexicana, y que forman parte de lo que ahora es la famosa narcocultura.
Es imposible que en un país donde el narco penetra cada vez más en todos los sectores, no se forme una especie de cultura a su alrededor, con lenguaje, costumbres, imágenes, música y maneras de vivir.
Nadie podría defender la violencia que se vive en México, con miles de muertos que cada año se acumulan por montones, negocios que cierran y habitantes sobreviviendo en la incertidumbre, y el miedo de que lleguen los malos a hacer de las suyas. Sin embargo, es imposible negar que el fenómeno del narco ya ha penetrado demasiado en nuestras vidas y ahora caracteriza nuestras costumbres e incluso lo que consumimos.
Narcocultura, robando el futuro de nuestro país
Dentro de algunas décadas, cuando termine esta gran ola de crimen y violencia, tal vez habrá toda una generación que haya sido formada en la narcocultura. Ya siendo adultos, los que hoy son niños, recordarán con nostalgia este época, las canciones y los programas de televisión que dibujaban, como en caricatura, la triste realidad de un país sin ley.
Quizá ahí estriba el verdadero problema de la narcocultura, en el hecho de que hemos integrado el crimen que tanto nos lastima, y ahora nuestros niños tienen como ídolos a los delincuentes, los ven en las series como guapos, ricos y valientes, y en el fondo sus inconscientes anhelan ser como ellos, igual que un día nosotros quisimos ser Supermán o Batman.
¿Cómo criar sanamente a una generación, cuando la violencia penetra tan profundamente en nuestras vidas y nos educa a través de los medios de comunicación?
