Es clásico conocer a alguien que dice nunca haber hecho lo que quiso de su vida; están los que nunca se fueron de casa de sus padres, o los padres que nunca dejaron ir a sus hijos, o hasta se fueron a vivir con ellos. La codependencia es una enfermedad mental, caracterizada por una fijación enferma por sentirse necesitado y preocuparse por los demás, aunque los demás no lo necesiten a uno.
Parece sencillo, pero la codependencia son sólo una serie de factores, parte de un camino hacia la autodestrucción y las relaciones conflictivas, además de otros padecimientos que se le suman, como las ideas suicidas, la depresión, las adicciones y la violencia.
El problema, poco identificado y menos aún reconocido, es enorme. La estadística dice que más de 150 millones de personas en México tienen problemas de codependencia, principalmente mujeres, debido a rupturas en la infancia, que no fueron tratadas a tiempo y se reflejan en la adultez.
Codependencia como parte de nuestra cultura
Madres encimosas, suegras molestosas, hijas o hijos incasables, solterones empedernidos, viudas dramáticas y con síntomas indefinibles, enfermos crónicos, y males que nadie puede explicar, todo es resultado de lo mismo, una gran dependencia de unos sobre los otros, y un enorme miedo a hacerse cargo de sí mismos.
Quizá en México esta enfermedad es popular por esa tendencia, aprendida de generaciones, de vivir encimados, sin vida propia, aunque eso traiga más problemas que beneficios, y a la lista se sumen familias enteras, rotas por la incomprensión de la codependencia.
Los mexicanos se extrañan de otras culturas, donde las personas salen desde muy jóvenes de sus casas y hacen una vida alejada, sin estar siempre pendientes de la familia y limitando la convivencia al mínimo. Mientras tanto, aquí es común que los hijos, los padres, los nietos, los primos, los tíos y hasta los perros y los gatos, compartan espacios y estén siempre involucrados en discordias. Pero aunque eso traiga problemas, parece ser lo más normal dentro de una sociedad, que podría definirse a sí misma como codependiente por naturaleza.
Valeria Lira
