El pelo, en cualquier parte del cuerpo, es un elemento que acompaña al ser humano desde que nace hasta el último día de su vida. Pero por alguna extraña razón, a estas alturas, la humanidad decidió que su misión era eliminarlo, cortar cualquier rastro de vello en el cuerpo de hombres y mujeres con fines meramente estéticos. La depilación es cada vez más común.
En México, el 90% de las mujeres depila alguna parte de su cuerpo o el cuerpo entero, y lo hace desde la adolescencia hasta la vejez; una vez el cantante italiano Tiziano Ferro se atrevió a decir que las mujeres mexicanas eran bigotonas, pero desde entonces no se le escucha mucho por estos lares.
La tendencia de los hombres mexicanos a depilarse no es tan alta como en las mujeres, aunque la tendencia va hacia arriba, y cada vez es más común que ellos se quiten hasta los pelos del trasero.
En Inglaterra se acaba de iniciar una campaña en redes sociales para que las mujeres reconozcan y acepten su cuerpo con naturalidad. La idea es hacer que muchas usuarias dejen de rasurar o depilar algunas zonas durante un mes, para después subir el vídeo y hacer conciencia sobre los estereotipos femeninos impuestos.
Depilación ¿Sí o no?
Claro que la guerra es fuerte y las críticas no se hacen esperar, pues en la actualidad la idea negativa sobre el vello está tan arraigada que parece algo sucio, poco higiénico y hasta un signo de descuido por parte de las mujeres hacia sus propios cuerpos.
Esto del vello es tan absurdo como pensar en rasurarnos la cabeza porque tener cabello es antihigiénico y puede atraer a los piojos.
¿Qué tanto es una moda la depilación y qué tanto habla del vacío con el que las nuevas generaciones se están dirigiendo por la vida?
El vello es sólo un tema de los muchos que las redes, las revistas y la televisión imponen como estereotipos, que niñas y jóvenes deben ir incorporando a sus vidas al crecer, pero sin ninguna otra explicación más que no desafiar las modas que están vigentes.