Lo que nos dejó Ayotzinapa

Caso Ayotzinapa

En septiembre de 2014, 43 estudiantes de una Normal Rural fueron, supuestamente, secuestrados y asesinados por miembros del crimen organizado en México. De entonces a la fecha no hay una respuesta certera sobre qué les sucedió, dónde están o quiénes son los responsables de los hechos del caso Ayotzinapa.

Los mexicanos son auténticas marionetas, juguetes de la política que sirven para aplaudir uno y otro chisme, surgido al gusto del régimen en turno. Es por eso que aún, a varios años del caso Ayotzinapa, no estamos seguros de qué fue lo que sucedió o si al menos son reales los 43 desaparecidos.

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Declaraciones, investigaciones, testigos, inculpados, ruedas de prensa fallidas, vídeos mal ejecutados y todo el circo completo, así le pintaron este caso a 120 millones de mexicanos que se dedicaron a seguirlo en los medios de comunicación, igual que la telenovela del momento.

El meollo de este asunto es precisamente que más allá del escándalo armado, no se reflejaron por ninguna parte las ganas de hacer justicia o de resolver el caso, y mucho menos la voluntad de que este tipo de cosas dejen de suceder en México.

Los 43 estudiantes de Ayotzinapa, pobres y sin familiares en la política, representan a toda la población mexicana que vive a expensas del crimen, la violencia y la corrupción; no por nada existe el registro de casi 40 mil personas desaparecidas en todo el país, y cuyo rastro es una estadística más en los libros del gobierno.

Caso Ayotzinapa, la injusticia prevalece

Ni para los 43, ni para los otros 40 mil, hay alguien buscando, indagando, resolviendo o investigando qué fue lo que ocurrió. Esa gente no importa en este país porque no tiene dinero, apellido o cuenta en las Islas Caimán, o al menos es lo que reflejan las instituciones que dicen hacer justicia.

Ayotzinapa es una lección para los mexicanos, un recuerdo que sirve para no legitimar un gobierno, al que no le interesan sus ciudadanos de a pie y que sólo los ve como carne de cañón, listos para ser secuestrados, ejecutados y calcinados en algún paraje solitario.

@CronicaMexicana