México, una vergüenza en temas de adopción

Adopción

La cultura de la adopción en México está por los suelos, no se habla, no se comparte, menos aún se incentiva y tampoco interesa a la sociedad. Si hablamos en términos de aborto, hay un amplio sector de la población que es capaz de salir a las calles a “defender la vida”, pero ya que pasamos a darle una vida digna a esas vidas defendidas, entonces nadie dice nada.

En noviembre se celebra el Día Mundial de la Adopción y en torno a eso, México no tiene buenas cifras. Se sabe que en el país no se realizan ni siquiera mil adopciones al año, mientras un promedio de 30 mil menores viven en orfanatos y centros de asistencia privada, esperando encontrar una familia, aunque las posibilidades son mínimas.

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Activistas y organismos de la sociedad civil, revelan que el principal problema es que el sistema de adopciones en México no es ágil, ni parece estar interesado en que los menores se integren a un núcleo familiar, pues los trámites son largos, penosos y difíciles de atravesar, para quienes quieren adoptar un niño.

Y sí, mientras miles de menores crecen en casas de adopción y se integran a la vida adulta sin una familia como respaldo, hay también una larga lista de padres y madres que esperan un hijo sin que puedan acceder a las instituciones, a menos que tengan suficientes recursos económicos y busquen en el extranjero.

Adopción y el trabajo de las instituciones

Por otro lado, también las instituciones que resguardan a los menores representan un problema, pues la mayoría no tienen vigilancia del Estado y funcionan sin supervisión, nadie les dice cómo operar ni se sienten obligadas a respetar los derechos humanos de quienes ahí viven. Eso ha provocado que en varias ocasiones salgan a la luz historias de maltrato, abuso, e incluso de trata de menores en esos lugares.

En México, la mayoría de las parejas tienen de dos a tres hijos, un número alto si lo comparamos con el resto del mundo y que hace preguntarse ¿por qué, si existe la capacidad económica para tener hogares numerosos?, no hay una cultura que integre a quienes pasan su infancia esperando una familia.

@CronicaMexicana