Comer, vestir y tener un techo sobre la cabeza, son las tres necesidades básicas de cualquier ser humano, y a partir de ellas se pueden generar otra serie de requerimientos, que ya podríamos poner en una lista de lujos o superficialidades, a las que no todos pueden tener acceso. El costo de vida es alto.
Se calcula que casi la mitad de la población en el país tiene un ingreso promedio menor a los 5 mil pesos mensuales, con los cuales debe pagar el lugar donde habita, comer, dar educación a sus hijos, tener salud y además divertirse. Por supuesto que las cuentas no salen, hacer todo eso es mucho más caro, y esa es la razón de que la sociedad mexicana se desarrolle a medias, al día, y no tenga acceso a un montón de cosas que le hacen falta.
De todo el país, la Ciudad de México es la orbe más cara para habitar, pero eso se debe más que nada al enorme costo de las viviendas, cuya renta en promedio supera los 13 mil pesos mensuales. Con razón tantos mexicanos viven amontonados en casa de sus padres, de la suegra y hasta abajo del puente.
Costo de la educación
La educación es otro rubro para el que la mayoría no tiene ingresos suficientes. Estudiar una carrera en una universidad privada de México, cuesta entre 125 mil y un millón de pesos, y eso sin sumarle los costos de materiales, traslados y gastos que se deriven en el camino. Para eso, la universidad pública es una opción, que en este país vale mucho la pena, pero primero debes tener nivel suficiente para entrar.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hoy acepta a menos del 10% de sus aspirantes, lo que significa que unos 120 mil quedan fuera cada año, y tienen que buscar lugar en otras escuelas públicas o buscar la manera de pagar las privadas.
Costo de salud
Y de salud mejor ni hablar. Más de 18 millones de mexicanos recurren al Instituto México del Seguro Social (IMSS) para atender sus múltiples dolencias, mientras el resto tienen como opción acudir al famoso y no tan loable Seguro Popular, o a un servicio médico privado, cuyo costo puede sumar una cantidad de ceros interminable. También se puede adquirir un seguro de gastos médicos mayores, pero a ese sólo recurren menos del 1% de la población mexicana, porque no suelen ser muy económicos.
En resumen, ser mexicano no es barato, pero el problema es que los salarios no dan como para vivir al estilo que impone el sistema, además, pagando enormes cuotas de impuestos (hasta por ir al baño) y sin oportunidad de disfrutar, ni un gramo del sudor que les cuesta ganarse el pan.
Se calcula que los mexicanos pagan más dinero por servicios básicos, como transporte, comida y vivienda, que el resto de sus congéneres, en casi todos los países del mundo.
¿Quién dijo que vivir en Europa era caro?, ¡vivir en México es un robo!
