Hoy hay más humanos en el mundo que metros cuadrados habitables y muchos más de los que se pueden alimentar, vestir y proveer de servicios básicos como luz y agua. La sobrepoblación es un problema real.
Más de 7 mil 600 millones de seres humanos hoy respiran en este pequeño planeta llamado Tierra, mismo que ya está dando sus últimas patadas en la batalla de los recursos, porque está en números rojos y no le queda mucho tiempo de vida.
Esa es la problemática a nivel mundial, aunque en México parece ser que no le tenemos miedo a la sobrepoblación o a quedarnos sin recursos.
Actualmente hay más de 120 millones de mexicanos, siendo la Ciudad de México, Guadalajara y Puebla las entidades más pobladas del país, y por supuesto, donde el exceso de habitantes ya se ha convertido en un problema que está mermando la calidad de vida y se convierte, poco a poco, en descomposición social.
Irónicamente parece ser que a los mexicanos ese asunto no les preocupa, pues la mayoría tiende a tener entre dos y tres hijos, y todavía hay quienes tienen más, como si aún estuviéramos en la época de la Revolución.
Hay que reconocer que México es un país privilegiado, donde aún hay de todo para todos y desconocemos situaciones de carencia como las que se viven en África o en China. Aunque eso no es pretexto para seguir trayendo más vidas al mundo, como si no fuéramos ya los suficientes.
Sobrepoblación en México
México está en el décimo lugar de sobrepoblación a nivel mundial, sólo superado por naciones como Rusia, Brasil, Japón y Estados Unidos. Este lugar no nada más nos representa a nivel mundial, también significa menos empleos, más contaminación, menos lugares en las universidades, servicios públicos más saturados y, por supuesto, oportunidades de progreso mucho más limitadas.
En medio siglo, la población de México se multiplicó por cuatro, no así la estructura del país para proveer a todos esos habitantes de sus necesidades básicas. Mientras tanto, y ya en pleno siglo XXI, nosotros seguimos reproduciéndonos como auténticos conejos, que están poco conscientes de la situación tan grave a la que se enfrentarán las generaciones futuras.
Probablemente en un futuro cercano, México ya no será tan abundante ni tan próspero, y entonces veremos las consecuencias de habernos multiplicado, sin pensar en las consecuencias de ser demasiados.
