Tal vez tus abuelos jugaron al bote pateado, tus padres quizá a las canicas o a las escondidas, tú pudiste pasar horas jugando al patín del diablo y a las bicicletas, y puede que tus hijos hoy, como en un salto de trampolín, estén jugando al Chapo, al Monstruo de Ecatepec o al Pozolero, que deshacía a sus víctimas en ácido. El la triste historia de los niños sicarios en nuestro país.
Algo muy malo está pasando con los niños mexicanos, hoy son víctimas de un daño irreparable, y poco a poco empezamos a ver las consecuencias de la vorágine violenta que los está tocando, incluso antes de nacer.
Un vídeo ha conmocionado a los usuarios de redes sociales y hace qué nos preguntemos: ¿qué está pasando con la infancia en este país?; en algún lugar del estado de Guerrero cinco niños y niñas de menos de diez años juegan a que son sicarios, simulan un secuestro y fingen decapitar a su víctima.
https://www.youtube.com/watch?v=EqRExucPIqw
¿Qué hicimos mal?, ¿por qué los niños de hoy están jugando a algo que lastima tanto a esta sociedad y normalizan el peor de todos los males que han llegado a México?
Por desgracia, cuando algo se vuelve cotidiano, automáticamente se normaliza, como es el caso de la violencia, y en especial los más jóvenes lo convierten en un lugar común, carecen de un sentimiento de sorpresa y lo hacen parte de sus propias vidas.
Niños sicarios y la falta de un mejor futuro
Esta situación ha sido inevitable e imparable ante el avance del crimen organizado en el día a día de millones de mexicanos. Despertar y dormir durante tantos años con noticias de homicidios, criminales, asesinos seriales, secuestradores y narcotraficantes, ya está teniendo consecuencias, y es que los niños lo han asimilado como algo que parece natural y hasta necesario.
Es duro de aceptar, pero la realidad es que no estamos haciendo muchas cosas buenas por los niños mexicanos, la educación no se está enfocando en salvarlos de la violencia, y a estas alturas ellos ya han pasado prácticamente toda su vida envueltos en ella.
No es tan complicado imaginar el futuro del país en unos 15 o 20 años, con personas que crecieron ente una violencia normalizada y cuyos actos están regidos bajo ese mismo parámetro. Da miedo pensarlo, pero ya es una realidad y de ahí que, al menos en la última década, el crimen a todos los niveles se haya disparado en México.