En el corazón de la colonia Guerrero, allá donde la gente “bien” de la Ciudad de México no se atreve a entrar por miedo a la delincuencia, crece un proyecto que busca cambiar la situación y la percepción de los chilangos, respecto a quienes ahí viven, se trata del proyecto Comunidad Nueva.
Comunidad Nueva es una organización que trabaja implementando proyectos que involucran directamente a los habitantes de la capital y buscan generarles un panorama distinto, mucho más amigable, productivo y cercano a sus necesidades. La idea es que todos se enteren que, en esta colonia también hay gente honesta, trabajadora y creativa que puede aportar mucho a la sociedad.
Talleres artísticos, proyectos autogestivos, ecotecnias, campañas de salud, colectas de alimentos, ropa y medicinas, huertos comunitarios, y un sinfín de actividades más, se llevan a cabo todos los días en este lugar, bajo la consigna de que es un trabajo de equipo, al que cada quien retribuye con sus propios saberes y experiencias.
Hace más de cinco años que Comunidad Nueva está presente en la Guerrero, hoy trabajan en ella 54 personas que gestionan todas las vertientes de la organización, además, ocho colectivos que apoyan con distintas actividades referentes a las artes, protección a grupos vulnerables, autoempleo, reciclaje y medio ambiente, salud, educación e integración juvenil. Inclusive se realiza un trabajo coordinado con redes de trabajadores sexuales y grupos de reintegración social.
Comunidad Nueva, proyecto lleno de reconocimiento
Comunidad Nueva es reconocida por su participación en el Concurso de Ofrendas Comunitarias de la Delegación Cuauhtémoc y en otros certámenes artísticos en los que se involucran directamente niños, jóvenes y adultos de la Guerrero y alrededores.
Luego de varios años de trabajo, los habitantes de la zona han aprendido a involucrarse en las actividades de la organización, siendo beneficiarios y al mismo tiempo contribuyentes, de todo lo que ahí se realiza.
Adicionalmente, busca integrar a niños, mujeres y ancianos que están en situación de calle, de manera que encuentren otras alternativas para integrarse a la sociedad y volverse entes activos de ella. Por eso los talleres suelen ser gratuitos y los participantes, después retribuyen a la organización con sus propios conocimientos o habilidades, de manera que es un aprendizaje colectivo del que nadie se queda fuera.
Gracias a todo esto, Comunidad Nueva se ha convertido en un factor de cohesión social, un punto de encuentro de los chilangos de aquí, de allá y de más lejos, que acuden aquí a intercambiar alternativas de empleo, consumo, entretenimiento e incluso formas de expresión distintas.