La Ciudad de México siempre ha sido un mosaico enorme de historias, cuentos, leyendas, mitos urbanos y una que otra casa embrujada, todas éstas desenvolviéndose entre sus calles.
A inicios del siglo XX, cuando el país se encontraba eclipsado por las luces del porfiriato y la transformación hacia la modernidad, en la colonia Roma comenzaron a construirse edificios de lujo, pensados para estar ad hoc con la época.
Así nació el edificio Río de Janeiro, una construcción especial para esos años, forrado de ladrillos rojos y cuyo techo se diseñó en punta para que fuera observado desde lejos. Aún en pleno siglo XXI permanece en el mismo lugar y llama la atención de todos los que pasan por la zona, de ahí que le apodaran «La Casa de las Brujas».
Casa embrujada de la Colonia Roma
Cuenta la leyenda que en ese entonces llegó a vivir en el edificio una bruja llamada Pachita, misma que tomaría un lugar especial en la historia de México por haber trabajado para políticos, empresarios y personajes importantes a los que ayudó a llegar al éxito.
Pachita era una especie de chamana, una mujer con poderes sobrenaturales que hacía trabajos especiales para quien se los pidiera y fue ganando fama en poco tiempo, gracias a que sus clientes quedaban más que satisfechos con sus embrujos.
Ha pasado más de un siglo de aquella historia, el edificio ya fue restaurado varias veces y hoy alberga departamentos. Sin embargo, Pachita ha logrado convertirse en una leyenda, pues vecinos y habitantes aseguran que su espíritu todavía ronda por este lugar en la forma de sombras, gritos y apariciones en las noches de tormenta.
Quienes caminan por la calle donde se ubica este particular edificio afirman que la vibra suele ser pesada, como si algo especial cuidara el edificio y dentro permanecieran los remanentes de una época muy lejana.
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