El tema del Coronavirus ha destapado una enorme crisis de salud que ya venía gestándose desde hace muchos años en México. Y es que resulta ser que 7 de cada 10 mexicanos son obesos, predispuestos a diabetes, hipertensión y muchas enfermedades crónicas, gran parte debido a la comida chatarra.
¿Cómo vamos a salvar a los mexicanos del virus, si su salud está por los suelos? La realidad para el sistema de salud público de México es que los mexicanos no están saludables, lo que cuesta y costará mucho dinero a largo plazo, además de todas las vidas que se perderán a consecuencia de un pésimo estilo de vida.
Comida chatarra y su prohibición
En razón de todo esto, el primer estado en poner las cartas sobre la mesa en el tema de la obesidad fue Oaxaca. Ahí el Congreso aprobó a mediados de 2020 una ley que prohibe la venta de comida chatarra a menores de edad, como una manera de restringir el acceso a esos alimentos y proyectar un cambio en la salud de los niños oaxaqueños.
Probablemente esta es la primera vez que se contraataca de frente a las empresas de comida chatarra en México y se les pone un alto; años antes una ley quiso sacar la chatarra de las escuelas, pero sólo consiguió que la concesión para vender ahí la obtuvieran Sabritas y Coca-Cola.
¿De verdad servirán estas medidas?
Puede o no ser una ley útil, quizá de poco sirva porque los primeros en acercar esos alimentos a los niños son los padres, sin embargo, es una iniciativa para cambiar algo que ya es un problema de salud pública muy grave; 3 de cada 10 menores mexicanos son obesos, lo que proyecta que tendrán una vida corta, llena de enfermedades y poco productiva.
Claro que las voces críticas, en especial del sector empresarial, no se hicieron esperar, pues el mercado de este tipo de alimentos es uno de los más productivos en México y genera tanto dinero como muertos por enfermedades crónicas. Sin embargo, ya es hora de empezar a pensar en el destino tan negro que le espera a las nuevas generaciones si no hacemos un cambio en lo que comemos y en cómo vivimos.
@CrónicaMexicana
