De la justicia por propia mano al enojo colectivo de los mexicanos

justicia por propia mano

De por sí los mexicanos son seres que siempre llevaban consigo enojo, resentimiento, odio y envidias porque la vida en México es difícil y poco justa. Y con el tema de la pandemia, el encierro y la crisis económica las cosas se pusieron aún más complicadas para la mayoría, aumentaron la pobreza, el desempleo y la inseguridad, y se acentuaron por mucho las desigualdades sociales, lo que llevó a la gente buscar justicia por propia mano.

Justicia por propia mano en el 2020

En los meses de encierro, entre marzo y agosto del 2020, creció por mucho la inseguridad en las calles, pero también con eso aumentaron los linchamientos, perpetrados por ciudadanos cansados de tener que regalar lo poco que tienen a los delincuentes.

Sólo en la primera mitad del 2020 Puebla registró más de 100 intentos de linchamiento, principalmente en transporte público que es una vía común de asaltos en todos los estados del país. Y en agosto del mismo año se viralizó un vídeo de un asaltante que es capturado por pasajeros y casi asesinado a golpes, en una carretera hacia el Estado de México.

Todos los que viven en México estarán de acuerdo que hace mucho tiempo la delincuencia tomó el control de la vida de los ciudadanos, cambió su forma de convivir, de viajar y hasta de consumir, y los condicionó a vivir con miedo. Sin embargo, de fondo hay algo aún más grave cuando vemos todos estos linchamientos.

¿Por qué los mexicanos están tan resentidos que deben sacar su enojo con el primero que se deja?, ¿dónde quedaron el Estado, la justicia y los derechos de todos a juicios justos?

No se trata de decir si linchar o no a supuestos delincuentes es bueno o malo, más bien se trata de analizar un enojo colectivo que resulta preocupante, una situación que muchas veces ya se ha salido de las manos, terminando en desgracia porque turbas enardecidas deciden tomar la justicia en sus manos y desquitar su enojo con el primer voluntario que se encuentran, aún cuando no sea el verdadero culpable del hecho que se le acusa.

@CrónicaMexicana