Un chisme se define como un rumor que corre sin fundamento, impulsado únicamente por la intención de criticar, molestar o hacer bulla, de un tema ajeno o privado.
Es verdad, los mexicanos son los más chismosos del planeta, y antes que cualquier valor o sentimiento de lealtad, les puede sobre todo el morbo de hablar de lo que no les corresponde. Esa es la historia más clásica sobre por qué se rompen constantemente relaciones, se pierden amistades y se crean enemistades muy fuertes, incluso a muerte, y que terminan en tragedias dignas de nota roja.
Ciertamente, los mexicanos no se caracterizan por ser los más honestos, sino todo lo contrario, la hipocresía y las mentiras van bastante con esa máscara de calidez que portan. Y no es que se trate de una crítica negativa, sino que simplemente muchas de las cosas que suceden en el país, tienen sentido cuando se revisa esta costumbre ancestral de los mexicanos, por mentir y crear rumores sin otro afán que pasar el rato.
Por algo en México los programas televisivos, donde se habla de la vida de la farándula, son los más socorridos y generan millones de pesos en ventas; aunque en el fondo los artistas sean personajes creados, y cuya vida personal en realidad no tiene nada de grandioso; montañas enteras de televidentes destinan horas y horas de cada día para enterarse de ello.
Chisme, el daño que nos hace
El chisme caliente es una predilección del mexicano, aun cuando muchas veces va en detrimento de sus relaciones sociales y familiares.
Existe un conflicto entre los mexicanos, y personas de otras nacionalidades, sobre todo españoles y argentinos, que se caracterizan por ser brutalmente honestos y no tener problemas para decir lo que opinan, por más negativo que sea. La consigna de acá hacia allá es que, esos extranjeros son groseros, molestos y criticones. Pero la verdad es que en México las personas no están acostumbradas a hablar con la verdad, y suelen disfrazarla, dicen unas cosas por otras, les gustan las verdades a medias y las cuentas turbias.
Por eso, una y otra vez escuchamos de relaciones que se rompen, amistades de años que terminan, porque alguien, simple y llanamente, no supo decir la verdad en el momento indicado, hasta que una maraña de mentiras se le cayó encima, aplastando, además, a todas las personas que estaban alrededor.
Chismes y mentiras
En promedio, se sabe que un mexicano miente hasta cuatro veces en un solo día, aunque en su mayoría, las personas que tienen esa costumbre, no consideran que la modificación de los detalles en una conversación trivial, sea específicamente mentir, sino solamente “ponerle crema a los tacos” o llenarse la boca con hechos que no sucedieron, como están siendo contados.
Valeria Lira