El estrés en la vida del mexicano

El estrés es un conjunto de respuestas físicas y mentales, que aparecen cuando hay una tensión constante. Dicen por ahí que el ruido de las ciudades, la contaminación, el tránsito, las largas distancias y la sobrepoblación, hacen que quienes viven en las grandes ciudades, como la CDMX, sean las mejores víctimas del estrés.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) diagnosticó a México como el país más estresado a nivel laboral, ya que el 75% de los trabajadores padece los síntomas y las consecuencias de este mal, como son las enfermedades crónico degenerativas, la obesidad y el sobrepeso, y grandes estadísticas de infarto.

Más allá de lo que se pudiera pensar, la realidad es que el estrés laboral no mejora los números de las empresas, ni da ganancias a nivel productividad, por el contrario puede costar millones de pesos entre pérdidas, incapacidades laborales y demandas. Además, otro peligro del estrés en el trabajo son las enfermedades laborales, de las cuales casi la mitad tienen que ver con estrés y le cuestan dinero a las empresas.

Y si el mexicano promedio vive estresado, también se podría hablar de los chinos, los norteamericanos y los griegos, como nacionalidades que también viven con altos índices de desgaste físico y emocional.

Otra consecuencia importante del estrés son las enfermedades psiquiátricas, las cuales en México están en aumento, y las padece una de cada cuatro personas. Entre las más concurridas por los mexicanos se encuentran: la depresión, las adicciones, la ansiedad, el Trastorno Obsesivo Compulsivo e, incluso, el suicidio; es como si la mente fuera una liga que se estira, tanto y por tanto tiempo, que al soltarla queda floja y pierde su elasticidad.

Estrés, lo que nos falta por hacer

Y todo lo anterior es bien sabido por la ciencia y es utilizado correctamente en países desarrollados, y por grandes empresas internacionales, sin embargo, en México las prácticas laborales en casi todos los empleos son las mismas: presión, explotación al máximo, bajo reconocimiento a los empleados, poca preocupación de la empresa hacia sus trabajadores, y actividades repetitivas que desgastan la psique de las personas. Quizá deberían preguntarse por qué México es el octavo país con mayor movilidad laboral en el mundo, es decir, los mexicanos no se caracterizan por pasar demasiado tiempo en un mismo empleo, sino que suelen tomar uno y dejarlo para buscar otros, en razón de mejores condiciones o por incomodidad o aburrimiento.

Y lejos del trabajo, también hay otros factores estresantes. Por ejemplo, las grandes urbes carecen de espacios verdes, y suelen tener áreas de convivencia pequeñas, casas hacinadas y un entorno saturado, entre basura, publicidad y descomposición social. Eso también contribuye a que los habitantes vivan estresados, incluso siendo niños.

Claro que también en México se han implementado estrategias para bajar los niveles de estrés en la población. El ejercicio, en ese sentido, es un factor determinante; en la Ciudad de México hay campañas de colocación de gimnasios al aire libre en los parques públicos, estrategias para incentivar el uso de la bicicleta, y constantemente se abren espacios culturales y de recreación. Estos son elementos que mejoran la calidad de vida de los habitantes, y sin duda reducen los niveles de estrés, lo que eventualmente resulta en menos índices de enfermedades y también de delincuencia.

Valeria Lira

@CronicaMexicana