Si por algo se reconoce México, es justamente por la hospitalidad de quienes aquí viven. Es como si el país estirara sus brazos, para acoger a todos los que no tienen patria o buscan una nueva. Esto se hace claro con los exiliados del mundo.
Exiliados, los grandes personajes que llegaron al país
Y es aquí donde se han refugiado generaciones enteras de artistas, intelectuales y personajes que, huyendo de sus países, vieron en México la posibilidad de empezar de nuevo. A unos los corrió la guerra, a otros la discriminación, el rechazo, el hambre o los recuerdos, pero no importa porque gracias a eso su casa fue México.
Juan Gelman
La dictadura argentina sí que obligó a unos miles a buscar refugio en otras naciones. Una fuerte dictadura militar en 1975, obligó al periodista y poeta juan Gelman a huir de su país, luego de la desaparición y asesinato de su propio hijo en manos del gobierno.
La cifra de personas desaparecidas en aquella época oscila entre las 30 mil y las 100 mil, sin que hasta ahora se sepa el paradero de muchos de ellos. Gelman, entonces, rodó por países de Europa y finalmente cayó en México, lugar que eligió para ser su hogar los últimos 24 años de su vida, y donde también murió.
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León Trotsky
Perseguido durante la Revolución Bolchevique por las fuerzas de Stalin, en 1929 León Trotsky, político y pensador, fue expulsado de la Unión Soviética, situación que lo obligó a huir junto con su mujer a otros países. Pese a la expulsión, Stalin y sus seguidores continuaron persiguiéndolo, por lo que en 1936, aprovechó la Guerra Civil Española y tomó un barco de refugiados hacia México.
En aquel entonces, el general Lázaro Cárdenas gestionaba el asilo de varios europeos que venían para salvarse de las guerras, y el caos en aquel continente.
Trotsky trabó amistad con el grupo de Frida Kahlo y Diego Rivera, volviéndose un intelectual importante dentro de aquél círculo, que marcaría la vida artística y política del México de inicios del Siglo XX; inclusive él y su mujer habitaron la famosa Casa Azul, en el barrio de Coyoacán, en la Ciudad de México.
En 1940, un atentado de las fuerzas stalinistas, acabaron con su vida en una propiedad de Río Churubusco, la cual habitó y hoy lleva su nombre.
Chavela Vargas
Según sus propias palabras, Costa Rica, el lugar donde nació, no supo ver en ella el talento que tenía. De ahí que en los años 30, a la edad de 14 años, salió de ahí para venir a caer en México, donde le auguraba el camino de una leyenda.
Cuentan que otro de los motivos para huir de su país de origen, fue el rechazo familiar hacia su preferencia sexual y su forma de vivir.
Si bien las cosas no le fueron sencillas, en un inicio, México le brindó la oportunidad de conocer a grandes artistas de la canción, con lo que fue abriéndose paso, hasta llegar a ser una de las representantes más emblemáticas de la música mexicana.
Ni los excesos ni el despilfarro dañaron su reputación; Vargas murió en Cuernavaca, Morelos, en el año 2012.
Benjamín Péret
Huyendo de la Segunda Guerra Mundial y siguiendo los ideales de su esposa, la pintora surrealista Remedios Varo, este poeta francés de la misma corriente, llegó a México en 1941, y sería aquí mismo donde continuaría su labor contra el régimen alemán, que asolaba Europa, tratando de hacer migas con otros artistas del momento. En aquel tiempo publicó varios libros en francés, y se dedicó a los medios impresos de habla hispana. Cabe recordar que pocos colegas suyos lo acogieron, y fue más bien rechazado por sus ideales políticos y artísticos.
A diferencia de otros artistas de su generación, Péret nunca se enamoró de México y fue por eso que tras unos años de exilio regresó a Francia, declarando que podía más su amor por la vida europea, que su interés por el país donde había venido a caer.
Valeria Lira
