Siempre se habla de que los mexicanos buscan oportunidades para huir del país, casi a cualquier parte que no les implique las dificultades de habitar esta caótica nación, y donde encuentren alguna esperanza de progreso, mayor a las que en apariencia tienen aquí. Sin embargo, pocas veces se analiza qué tanto los extranjeros buscan a México como opción para vivir, trabajar y educar a sus hijos. Y vaya que no son cifras menores.
Actualmente se calcula que por lo menos un millón de extranjeros viven aquí, pero pese al panorama y la visión que afuera se tiene del país, se sabe que es una cifra que está creciendo, alimentada por conflictos bélicos en otras partes del mundo.
En datos de INEGI, la gran mayoría de quienes llegan de afuera a vivir aquí, son norteamericanos, seguidos de españoles y personas provenientes de Sudamérica.
También hay que recordar que el siglo XX fue una etapa de alta migración hacia México, en especial la primera mitad, que vio venir dos guerras mundiales y enormes holocaustos en los que millones murieron y otros tantos lograron huir. En ese tiempo muchas personas de Alemania, España, Francia e Italia, llegaron México huyendo de la guerra, la pobreza y el hambre que estaban presentes en sus países de origen.
Extranjeros en el país, la migración hacia México
Hoy se sabe que gracias a esa ola de migración, muchos extranjeros se convirtieron en mexicanos, hicieron familias y pusieron negocios prósperos, agradecidos por la oportunidad que el territorio les brindó para empezar de cero.
No es un secreto, hoy México no es un edén y muchos de los que aquí viven quisieran irse. La decepción hacia el gobierno, la pésima economía y el descontrol de los índices criminales, han puesto en jaque a los mexicanos, muchos de los cuales han tomado oportunidades para irse y no regresar.
Pese a todo ello, muchos aún quieren venir aquí y consideran a México como un sitio donde se puede vivir bien.
Ajijic es una comunidad en Jalisco, que hoy se conoce como la “California mexicana”, por la cantidad de norteamericanos que en los últimos años han llegado a vivir, asegurando que se ven atraídos por la cultura, la comida, el clima, y las posibilidades económicas que les ofrece el territorio. Incluso superan en número, a los habitantes mexicanos de la región.
Es interesante ver cómo a unos ya se les acabaron las esperanzas de progresar en México, mientras otros quieren venir porque ven aquí las oportunidades que no encuentran en sus territorios, las que muchas veces no tienen que ver con el crecimiento económico, sino con integrarse a una cultura abierta y a un país que, pese a todo, aún se considera entre los más felices del mundo.
Valeria Lira
