Por alguna razón, el hombre occidental se pasa prácticamente toda la vida persiguiendo el sueño de vivir más. Es como si corriera eternamente en sentido contrario de una escalera, tratando de alcanzar al tiempo que pasa, sin clemencia, frente a sus ojos. Se busca alargar la esperanza de vida.
Las cremas rejuvenecedoras, los robots, los trasplantes de cara y el congelamiento eterno, son fantasías, regalo de la ciencia ficción, que el hombre ha hecho realidad en su afán de alcanzar la juventud eterna.
La esperanza de vida del mexicano promedio ronda de los 70 a los 80 años, siendo las mujeres las que llegan a edades más avanzadas, según Inegi. Y eso depende de múltiples factores, como la calidad de vida, el acceso a la salud, la alimentación y los hábitos diarios, que pueden acortar o alargar la vida de las personas.
Mucho se dice que las personas del campo suelen vivir más que las de la ciudad, debido a que tienen menos contacto con la contaminación, su alimentación es más natural y viven menos estresadas. Sin embargo, en México nos encanta llevarle la contraria a toda estadística posible.
Esperanza de vida de los mexicanos
En este país, la esperanza de vida más alta se encuentra en los estados con más desarrollo económico y urbano, como Nuevo León y la Ciudad de México. Mientras tanto, estados como Chiapas y Oaxaca, tienen ciudadanos que viven menos, a pesar de que la gran mayoría pertenecen a comunidades lejanas, y algunas aún indígenas.
La razón de lo anterior no es otra que el desequilibrio en la repartición de la riqueza, que provoca que los pueblos más marginados del país tengan nulo acceso a servicios básicos como educación, alimentación, vivienda digna y salud. Con sólo esas cuatro cosas, las personas que viven en esos estados, podrían mejorar su calidad de vida y alargarla.
Y otro factor, en la esperanza de vida del mexicano, son precisamente sus hábitos. Dicen que México es el primer consumidor de refresco en todo el planeta, aquí se fuman cien millones de cigarros cada día y hay casi 50 millones de obesos.
No es casualidad que también tenga el último lugar en longevidad, respecto a todos los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo, Económicos (OCDE), que en su gran mayoría rebasan ya los 80 años.
Aspectos a tomar en cuenta
Son muchos factores a tomar en cuenta, cuando se habla de esperanza de vida; cuenta todo: los accidentes, la violencia, la imprudencia, los excesos, y hasta la manera de reaccionar que tienen las personas en el día a día. Y sí, quienes sufren histeria viven menos, que quienes tienen maneras más equilibradas de responder a los problemas.
Claro que está en cada persona el decidir cuánto y cómo quiere vivir, darle prioridad a cosas que valen la pena como el cuidado del cuerpo, la prevención de las enfermedades y la relajación frente al estrés diario. Aunque siempre te puede caer un rayo y ¡te mueres!
Valeria Lira