Los mexicanos ya no quieren vivir

La situación económica, la inseguridad, la discriminación, el desempleo, la falta de lugares en las universidades, las brechas entre clases sociales, el Internet, la desintegración familiar, son tantos y tantos los problemas del país, que los mexicanos están optando por acabar con sus vidas antes de tiempo. La depresión se está apoderando de la población.

Actualmente hay casi seis suicidios por cada 100 mil habitantes en el país, una cifra que se elevó 200% en menos de 30 años, y obviamente responde a una cada vez menor calidad de vida.

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Todavía más triste es que los suicidios en México empiezan a partir de los 13 años, y por motivos como la violencia intrafamiliar y escolar, factores que tenemos como problemas de salud pública, pero que no se atienden y menos aún en sectores vulnerables de la sociedad.

Hace algún tiempo podría hablarse de grupos sociales específicamente tendientes al suicidio, pero hoy día ya en todos los rangos de edad y socioeconómicos este es un problema latente; niños, niñas, adolescentes, madres jóvenes, amas de casa, adultos en edad productiva, hombres y mujeres de mediana edad, y ancianos; hay suicidios en todos los niveles.

Depresión y el oscuro futuro

A este paso nos acercamos a un terrible holocausto humano, la incapacidad social de lograr que las personas en este país quieran vivir y tengan todo para desarrollarse a plenitud.

Claro que las cifras responden a una epidemia mundial de suicidios. México no está entre los peores, pero sí cerca de países que han tenido que cambiar sus políticas públicas para que las personas dejen de suicidarse y vuelvan a tener ganas de vivir.

Mientras el bienestar no sea una obligación de los funcionarios públicos y el sistema de gobierno, entonces no será una prioridad que las personas puedan disfrutar sus vidas a plenitud.

@CronicaMexicana