Llega la “Transformación Tupperware” al Congreso

Transformación Tupperware

Cuenta la leyenda que un día llegó la austeridad al Congreso de la Unión. Una época de vacas flacas se avecinó para diputados y senadores mexicanos, quienes tuvieron que olvidarse de comer bocadillos de lujo servidos hasta sus escritorios, porque el gobierno entrante trajo como primer cumplimiento de campaña el fin del despilfarre político, así llega la transformación Tupperware al recinto de San Lázaro.

Y sí, como todos los Godinez clasemedieros de este país, diputados y senadores empezaron a cargar recipientes Tupperware con el lunch del día.

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Sándwich, tortas, tacos, quesadillas, ensaladas y hasta sopa de microondas se puede ver por los pasillos del Congreso, para no andar “con la panza de farol”. ¿Cómo van a legislar bien para 55 millones de pobres, si no han almorzado como diosito manda?

Con este asunto de la austeridad los legisladores mexicanos tienen una pequeña probada de lo que viven millones de ciudadanos a diario, con salarios tan bajos que no dan ni para salir a un restaurante en un día de oficina, solamente en que en esos casos no hay de otra, literalmente la gente aguanta porque tiene que comer y recurre a la comida casera para ahorrarse unos pesos.

Claro que, como son las cosas en México, estas medidas son sólo cuestión de tiempo, tarde o temprano la austeridad va a retroceder y los lujos regresarán a la panza de diputados y senadores.

Transformación tupperware y la austeridad

Anualmente el Congreso nos cuesta 8 mil 800 millones de pesos, es uno de los más caros del mundo, aunque también es uno de los menos productivos. Y sí, los mexicanos pagamos comida, masajistas, estética, autos, servicios médicos, telefonía y hasta los calzones de los legisladores, que nos mantienen con salarios de Tercer Mundo.

Ojalá que la Transformación Tupperware ponga en su lugar a estos aristócratas venidos a menos y les haga sentir un poco de la austeridad en que vive a diario el pueblo mexicano.

Y es que en este país, las vacas pasaron de estar flacas a morirse de hambre.

@CronicaMexicana