Siempre que se acerca un nuevo año, parece que se renuevan también los ánimos de que mejore la movilidad en la ciudad. Ya sea por la premura de los tiempos, por la emoción de las fiestas o por las ganas de terminar y empezar otra vez, el año nuevo es el pretexto perfecto para prometer, pero como dicen por ahí: “prometer hasta meter y ya metido, ¡tenga lo prometido!”.
Para nadie es un secreto que la CDMX está al borde del colapso, que el transporte es cada vez menos funcional, las vías están saturados y hasta los domingos se han vuelto días de un tránsito interminable. Es por eso que para 2017 se han prometido varios cambios, proyectos que, supuestamente, mejorarán la movilidad y harán de esta capital un paraíso. Ellos juran…
El Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, asegura que el próximo año saldrán de circulación más de cinco mil microbuses, los cuales gradualmente se sustituirán por formas de transporte menos contaminantes.
Y sí, los microbuses son un poco una pesadilla chilanga, con sus carrocerías destartaladas, el ruido que generan, el humo, la inseguridad y el pésimo servicio que otorgan. Sin embargo, no podemos ignorar que gran parte de la ciudad se mueve gracias a ellos, además de ser sustento de muchas familias.
Otro proyecto, muy cacareado por el Gobierno Federal, es el famoso tren México-Toluca, que pretende conectar a la capital del país con el Estado de México. Se supone que empezará a operar en abril del 2017 y hará el traslado en 40 minutos, reduciendo así largas horas de tránsito, contaminación y pérdida de tiempo para los usuarios.
Se trata de la “gran caca” del gobierno de Enrique Peña Nieto, quien desde el principio de su gobierno prometió volver a poner el tema de los ferrocarriles, en el mapa de México.
Y entre otros chismes, también se dice que hay una compañía que ya hizo trato con el gobierno de la CDMX, para instalar máquinas recicladoras en estaciones del Metro, las cuales darán boletos a cambio de botellas de plástico.
Verdad o no, es cierto que muchos usuarios la pensarían dos veces antes de tirar su basura, ante el ahorro que esta iniciativa podría representarles.
Movilidad libre de contaminación
En cuanto a movilidad alternativa, el Sistema Ecobici prometió abrir 200 cicloestaciones para el próximo año, con lo que esta red alcanzará los 190 kilómetros, a lo largo y ancho de la CDMX. Actualmente hay 170 mil usuarios registrados.
La Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, ha dicho que una de sus prioridades para el siguiente año, será promover el uso de la bicicleta, implementando estacionamientos, vías especiales y eventos, en torno al transporte alternativo.
Muchas son las promesas, y el año sólo tiene 12 meses, divididos en 365 días. Es cierto que, poco a poco, los caminos chilangos se acercan al colapso y la situación es insostenible. Sin embargo, quizá deberíamos parar un momento para averiguar si estamos abriendo el camino hacia el lado adecuado, o más bien vamos al borde del barranco. Habrá que ver…
Valeria Lira
