La fe de los mexicanos es ciega y pobre

Fe en México

La fe en México es el opio que sostiene a las clases sociales más pobres de nuestro país; no mejoran su nivel de vida, no se educan, no crecen, se mantienen en su marginación, no solamente porque el sistema no les da acceso a cosas mejores, sino también porque 55 millones de pobres viven casados con una fe que les dice que deben ser pobres y sacrificados para entrar al cielo.

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El Índice Regional de Religiosidad y Ateísmo, afirma que las naciones más pobres y con menor nivel educativo son las que más defienden la religión, como si quisieran sostener su fe con ignorancia y miseria.

Ver llegar el 12 de diciembre en México, es atestiguar las famosas peregrinaciones para celebrar a la Virgen de Guadalupe, un ícono de la religión católica en el país, y que congrega a millones de personas en las distintas iglesias; es fácil observar que quienes más acuden, en especial a la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, son personas de bajos recursos, de zonas populares, que incluso deben pedir dinero en su trayecto para poder comer.

Fe en México

La fe es un pilar importante en la cultura mexicana, en una sociedad tan convulsa como ésta, donde las crisis son constantes y los abismos entre clases son tan marcados. Sin embargo, a estas alturas la religión se ha convertido en un instrumento de dominación para millones de mexicanos, una forma en que el sistema les dice que se queden allá, abajo, sacrificándose, viviendo mal porque ese es el camino que Dios les envió, y desde ahí deben llegar arrastrándose al “reino de los cielos”.

Esa misma fe ciega es la que permite a la miseria ser un negocio rentable, a través de programas de televisión, música y productos construidos para venderles una etiqueta a los que menos tienen, al mismo tiempo que les bloquea la visión hacia formas de vida más dignas, informadas y humanitarias.

¿Si todos en México se educaran y vivieran mejor, entonces quién tendría tiempo de ir a la iglesia a dejar su diezmo?

@CronicaMexicana