Tiendas de talla extra, más restaurantes de comida rápida, asientos de autobús cada vez más amplios, y la aceptación social de que los mexicanos, en general, están cada vez más gordos, porque así son y punto, normalizando el grave problema que supone la obesidad.
De 120 millones de mexicanos, se calcula que casi el 70% son obesos, una cifra nada halagadora y sí muy preocupante por todo lo que implica para un país, tener tanta población pasada de peso.
Peor aún, es terrorífico mirar hacia cualquier salón de niños en edad primaria, y observar que el niño o la niña gorda, ya no es uno ni dos; hay cada vez más menores con problemas de sobrepeso y eso se está normalizado; aparentemente a nadie le parece mal.
Obesidad problema de salud
La obesidad cuesta millones y millones de pesos al sistema de salud pública del país, entre servicios y atención, pensiones, incapacidades laborales y reducción de la productividad.
Realmente hay muchos factores a los que se podría atribuir el aumento de la obesidad, entre la población mexicana, lo cierto es que la alimentación y el estilo de vida sí están afectando a las nuevas generaciones. En un futuro no tan lejano, tendremos más adultos jóvenes con problemas cardíacos, de diabetes, e incluso de cáncer, debido a que llevan la gordura en las venas.
Y sí, la percepción no es errónea, los niños y las niñas mexicanos están desparramados, se les asoma la obesidad y la lucen como una gracia, desde los primeros años. Claro que no es su culpa, es culpa de los padres y del sistema que no permite mejores niveles de bienestar en el país.
Lo que más nos arde
Finalmente, el problema más grave es que a nivel social, los mexicanos se han comido el cuento de la obesidad, han aceptado que así son, así son las niñas, los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos, y no hay nada que se pueda hacer para cambiar la situación.
México tiene mayores niveles de obesidad que Estados Unidos, y es el número uno del mundo, en esta enfermedad.