Los pobres rezan más

Religión

No se sabe si es ignorancia, tiempo libre, miedo o ausencia de otros pilares en la vida, pero es más que conocido que los pobres tienen un apego mayor a su religión, que la gente con mejor nivel socioeconómico.

México, un país donde casi la mitad de la población es pobre, es uno de los más religiosos de América Latina, y casi el 70% de sus habitantes asegura profesar algún credo, aunque predomina la religión católica, como favorita.

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Y sí, a más pobres más creyentes, debido a que las condiciones de vida son difíciles y quienes no tienen nada deben buscar algo de lo que atarse para poder sobrevivir.

También la educación es un factor que influye notoriamente, quizá porque a más conocimiento y apertura, se vuelve mucho más difícil tener creencias simples de fe, que además, no tengan mayor explicación que seres divinos y superiores.

Religión y política

En México es fácil observar que, en su mayoría, los creyentes de la Iglesia Católica que llenan iglesias y realizan procesiones masivas, son personas de las clases populares, que enfocan sus pocos recursos en ese tipo de actividades, porque tienden a pensar que así las cosas les serán mejores o más fáciles.

El asunto aquí es que, en México, también predomina la ignorancia, la creencia por temor o manipulación a través de los medios y los líderes religiosos, de ahí que incluso haya actitudes o actividades que no sean del todo positivas, pero que se siguen por una cuestión de fe.

En México la religión católica pesa tanto, que aún se debate su lugar en la política y las instituciones, de manera que la instalación de nuevas leyes se complica, porque suele cuestionar lo que manda la Iglesia, como en el caso del aborto, el matrimonio homosexual o la legalización de las drogas.

Incluso los medios de comunicación aprovechan la ignorancia de la población para introducirle, en la forma de contenidos inocentes, lecciones de culto que redundan en opiniones populares dirigidas y viciadas.

La población mexicana tendría que revisar una a una sus creencias arraigadas, para ver qué tanto están condicionadas por lo que dice la Iglesia Católica, pero no como institución de fe, sino como institución política que tiene intereses económicos y sociales muy escondidos.

@CronicaMexicana