Si hubiera una manera certera de medir el racismo, seguramente México sería uno de los países más racistas y discriminadores del mundo. Yalitza Aparicio es una indígena oaxaqueña, que cobró fama por aparecer en «Roma», una película del director Alfonso Cuarón y gracias a ello fue nominada a un premio Óscar por su actuación.
Pero a los mexicanos muy pocas veces nos gusta ver a otros mexicanos destacar, especialmente cuando se trata de aquellos que se nos salen del estereotipo y desafían nuestras estructuras sociales. Solamente porque no es rubia, no tiene dinero y no vive en una ciudad enorme, entonces creemos que ya no tiene derecho al éxito.
Aparicio ha sido duramente criticada en redes sociales, atacada por quienes consideran que una persona con sus rasgos indígenas no debía haber llegado tan lejos, y menos aún haber aparecido en portadas de revistas de moda o sociales.
¿Por qué seguimos pensando que los mexicanos exitosos tienen que ser rubios, de ojos claros y con ascendencia extranjera?
Tantas declaraciones racistas contra las mujeres indígenas deberían avergonzarnos como país, y darnos la respuesta de por qué tenemos un gobierno corrupto y poco eficiente.
Yalitza Aparicio y el reflejo de un país racista
En el absurdo imaginario colectivo de los mexicanos, donde somos europeos en lugar de latinos, la sociedad está separada en colores y escaños monetarios, según con qué acento hables y en qué tienda compres tus calzones, es el futuro que te mereces, aunque para eso no importen ni tu talento ni tus ganas de salir adelante.
Es de risa que mientras otros países de América, tienen como bandera su riqueza étnica y cultural, los mexicanos seguimos escondiendo la nuestra por pura ignorancia.
Yalitza Aparicio era una maestra rural, Cuarón la eligió de un casting en el que participaron muchas mujeres y ahora, queramos o no, es una representante de México en el mundo. Deberíamos estar orgullosos y verla como un ejemplo, pero no, nos da vergüenza porque no es güerita…
