Desde hace al menos unos cinco años, las grandes ciudades del país, en especial la Ciudad de México, viven un fenómeno social-gastronómico muy interesante, y que ha venido a transformar el panorama de la vida diaria citadina. Los llamados food trucks o «camiones de comida» son un modelo importado de Estados Unidos, una idea de negocio gastronómico que suple carencias, como los altos costos de poner un local, y se caracteriza por su constante movilidad. El mercado al que van dirigidos es el de los adultos jóvenes y profesionistas, principalmente aquellos que trabajan en zonas concurridas como: Reforma, Santa Fe, la Roma, la Condesa, Insurgentes y Polanco.
En pocas palabras, se trata de un negocio de jóvenes para jóvenes. La gran mayoría de quienes abren los food trucks son emprendedores, que buscan una opción laboral distinta a las tradicionales, y también una alternativa al cerrado mercado profesional que tiene México.
Otro punto favorable de estos camiones es la amplia oferta gastronómica que ofrecen, experiencias gourmet que sus clientes buscan constantemente. La lista es larga: hay alitas, kebabs, hamburguesas, arepas, mariscos, taco-pizzas, tacos, comida vegetariana, vegana, mexicana, tortas, ensaladas, aguas y postres. El punto de esto es que, precisamente, haya una opción para todos los gustos, y siempre cerca de casa o de la oficina.
Food trucks contra el comercio local
Además, los food trucks son un golpe bajo a los ambulantes, que invaden las calles de la Ciudad de México, y cuyo número asciende a más de 110 mil. Aunque este modelo de negocio no es propiamente legal, sí cumple requisitos como marca propia, y el pago de impuestos ante Hacienda. Es probable que no sea tan barato como comer en un puesto callejero, pero sí es una buena opción, si se busca algo más elaborado o en un ambiente menos viciado, que la salida del Metro o la parada del camión.
Inclusive, han aparecido festivales que atraen a cientos de curiosos y amantes de la comida, bajo la premisa de poder disfrutar decenas de opciones de este tipo de restaurantes, en un solo sitio. Se trata de algo que ningún chilango debe perderse.
Y ya con la moda de los food trucks también surgió la de los food truck parks, una especie de estacionamientos, donde se establecen varias de estas empresas y funcionan como restaurantes, librándose así de los problemas que implica el circular en las calles de la capital, y pudiendo llenar de esa forma, los requisitos de la autoridad, en cuanto a establecimientos legales.
Cuauhtémoc, Roma y Juárez son las colonias donde se pueden encontrar estos establecimientos, con al menos diez opciones distintas en cada uno, para hacer el tour gastronómico completo y regresar a tiempo a la oficina.
Es así como la Ciudad de México sigue estando a la vanguardia de otros países, y ofrece a los capitalinos, nuevas opciones para que amen, y disfruten vivir y comer en esta gran urbe.
Valeria Lira
