#MéxicoesProAborto y la hipocresía con que viven los mexicanos

#MéxicoesProAborto

Parte de vivir en México es entender que aquí las ironías a veces se dan sin querer, casi de manera natural y porque sí. Así sucede con el tema del aborto, un asunto que deja ver el machismo y la ignorancia que tiene interiorizada la mayoría de los mexicanos.

En julio de 2020 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) recibió una propuesta para obligar al Congreso del estado de Veracruz a despenalizar el aborto en ese estado, tomando en cuenta que en cada vez más entidades del país esto es una realidad y que al mismo tiempo representa un avance en el empoderamiento de las mujeres.

Y tristemente la propuesta fue rechazada, pues los ministros aseguraron que no había ninguna violación de derechos en imponer sanciones a una mujer que no quiere ser madre. Pero lo peor del caso no fue eso, sino la terrible crítica doble moralista de muchos mexicanos, especialmente hombres, que basados en prejuicios aseguran que hay que castigar a las mujeres por ejercer su sexualidad libremente y por tener que depender de anticonceptivos que a veces fallan.

Es interesante cómo en pleno siglo XXI en México se sigue cuestionando a las mujeres por lo que hacen o no con sus cuerpos, pero irónicamente sólo el 2% de los hombres se practica la vasectomía como un método efectivo para no generar embarazos no deseados. Y claro que a ellos nadie los cuestiona, nadie les dice qué hacer, nadie los castiga por embarazar, ni los obliga a ser padres cuando no quieren.

En este punto entra todo el absurdo machismo que mexicanos y mexicanas han normalizado durante siglos, la diferencia con la que se enseña a las mujeres a no hablar de su sexualidad y a los hombres a alardear de ella, al mismo tiempo que ellas tienen que ser madres por castigo y ellos pueden tener muchos hijos, pero ninguna responsabilidad.

El mismo Instituto de Estadística y Geografía (INEGI) afirma que en más del 40% de los hogares en México no hay un padre, ni física ni económicamente, lo que significa que casi la mitad de los hombres que tienen hijos en México no se hacen cargo de ellos. Y con esa misma hipocresía van por ahí condenando a las mujeres que no quieren ser madres.

La legalización del aborto es el menor de los problemas para la sociedad mexicana, la cuestión de fondo se encuentra en que los mexicanos no han podido avanzar en sus niveles de consciencia, siguen pensando y actuando como en tiempos de la conquista, pretender imponer una moral basada en creencias religiosas y en prejuicios, y encima de no querer darle libertad a las mujeres para decidir sobre sus cuerpos, también se niegan a educar a los jóvenes en cuestiones de sexualidad porque, en sus propias palabras, eso genera promiscuidad.

¿Quién los entiende?

@CrónicaMexicana