Series mexicanas fuera de lo comercial

El estigma de la televisión mexicana es que es mala, ¡y ya! Entre el público extranjero, pero sobre todo el nacional, existe la consigna de que, si es tele mexicana, no puede ser buena ni de calidad. Y quizá tiene un de poco verdad, ya que los contenidos más producidos, con mayor presupuesto y audiencias más altas, son lo peor del tercer mundo, reflejado en la pantalla de miles de hogares: lenguaje pobre, historias predecibles, remakes baratos, estereotipos tontos, doble moral, culto a fuerzas. Todos esos son estigmas que las series mexicanas de la TV nacional carga consigo, desde hace por lo menos unos 15 años.

Claro que lo anterior se refiere a la producción netamente comercial, y la que ordena la tradición, sin embargo, aunque difícil de creer, aún hoy en México hay producción televisiva que vale la pena, y pasa desapercibida por la gran mayoría de los televidentes, orillándola a temporadas cortas o bajos presupuestos, por su falta de audiencia.

Series mexicanas dignas del extranjero

Por otra parte, si bien la televisión hoy en día es un espacio decadente, las producciones Web están teniendo un éxito inusitado, dirigidas a un público que busca propuestas distintas a la TV comercial. A continuación, una lista de series mexicanas que, pese a su calidad, no son tan conocidas por el público nacional.

Niño Santo

Se estrenó en el año 2011 y fue una producción original de Canal Once. Bastante lejos de las series con temática rosa, Niño Santo fue una serie mexicana que planteaba el problema de la fe, desde la perspectiva de las sectas, y cuándo una creencia se vuelve fanatismo y acaba por destruir, en lugar de iluminar.

Un grupo de médicos se acercan a una comunidad para atender una epidemia, pero se encuentran con un pueblo que ofrece culto a un niño milagroso, y lo que parece una cuestión mágica, se va volviendo el horror y la desgracia.

Ana la chica bolera

Desarrollada por Webnovelas, esta serie de 25 capítulos, tuvo gran impacto entre la audiencia de Youtube en su estreno y, hasta la fecha, sigue siendo reproducida por la audiencia. En plena grabación, esta historia llegó a tener tres millones de vistas.

Se trata de una parodia a la clásica historia de telenovela mexicana, en la que la chica pobre se enamora del chico rico, utilizando elementos exagerados de la cultura popular mexicana, y teniendo como actrices femeninas a actores travestidos.

Es una producción completamente original y de manufactura mexicana que, pese a la parodia, conserva un halo que identifica a la audiencia con la protagonista.

Descontrol

Esta serie fue producida en 2005, aunque usted no lo crea, por TV Azteca. Y como era tan buena, duró poco más de un año. De manufactura mexicana, se trataba de una colección de caricaturas y sketches cortos, que tenían como protagonistas a personajes de la cultura, la televisión y la política nacionales, siempre en un tono de burla e ironía.

Si bien, no llegó a tener mucha audiencia, sí generó polémica y varios adeptos que comprendían la gracia de un México parodiable. Y, obviamente, no duró demasiado porque no a muchos les cae en gracia que se burlen de ellos, ni modo.

Club de Cuervos

Serie mexicana original de la plataforma Netflix, ha tenido éxito entre sus seguidores, pero su audiencia no es muy alta. Trata de un tema muy hablado, pero poco explorado, en las series de entretenimiento: el fútbol.

Club de Cuervos es una serie sobre todo lo que gira alrededor de un equipo de fútbol, los vicios, la corrupción, la pasión y la vida de los jugadores; los dueños y los aficionados, en un México donde meter o no meter un gol, muchas veces tiene más implicaciones que perder una camiseta.

Inició en 2015, y en 2016 grabará su segunda temporada, consolidada como una de las mejores series originales de esta plataforma Web.

Valeria Lira

@CronicaMexicana