¿Qué acumulamos, cuando acumulamos?

De seguro más de una vez te ha pasado que, abres el clóset y una avalancha de porquerías te sepulta. Esa es la historia de millones de clósets en todo el mundo, algunos más graves que otros, sin embargo, a eso de apilar cosas, los mexicanos le dan un significado particular. El acumulamiento es un problemas más presente de lo que pensamos.

Pocas razas ser caracterizan por ser tan sentimentales como los mexicanos, que a todo le dan un por qué, le atribuyen un recuerdo o una sensación, y van por la vida cargando con lastres de los que nunca se deshacen.

Hasta la música es testimonio de ello, cuántas canciones del imaginario nacional no se refieren a guardar recuerdos, no olvidar y no soltar, haciendo creer que eso es algo bueno y normal, pero la realidad es algo distinta.

Según las estadísticas, a nivel mundial, una de cada cuatro personas, que tienen un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), son acumuladoras, es decir, que constantemente tienden a guardar objetos sin sentido, compran cosas que no va a utilizar, guardan hasta la basura y no quieren deshacerse de nada, como si cada objeto formara una parte de sí mismos, con la que no pueden cortar.

Todos conocemos a un acumulador, alguien que empezó por tener un simple desorden en su habitación y fue pasando a las otras áreas de su casa, hasta que simplemente las puertas no pudieron abrirse más y el olor fue insoportable. Es como un proceso en el que, alguien pasa de ser normal a ser un vagabundo, lo que implica que, al tiempo que se acumulan objetos, también se pierden relaciones y crece la soledad.

Y como todo en la vida del ser humano, es un reflejo de lo que hay en su interior, es fácil adivinar que debajo de un montón de cosas, que parecen no tener lugar, suele haber historias dolorosas de abandono, abuso, dependencia, y enfermedades mentales heredadas, que no se atendieron a tiempo.

Aunque para acumular no hace falta ser un enfermo mental, porque al menos en este país, todos tendemos a serlo un poco, cada que seguimos esa tendencia de comprar porque sí, porque está barato, porque está bonito, o porque nos sentimos mal, y así disfrazamos un vacío que no se llena con nada.

Acumulamiento y otros trastornos

Es igual que los obesos, que llenan sus vacíos con comida, pero en lugar de llenar la panza se llenan los cajones, las cajas, los armarios y todos los rincones posibles.

Marie Kondo, es una escritora japonesa que tiene en su haber uno de los libros más solicitados de esta época: La magia del orden. Ahí explica cómo es que, si separamos uno por uno todos los objetos que tenemos y los analizamos, podemos ver que la gran mayoría son el reflejo de sentimientos atorados, cosas que no resolvimos, o la tapa de conflictos mucho más profundos.

Y ya partiendo de separar, es más sencillo entender, que hay ciertas cosas con las que ya no vale la pena cargar, personas que no hay que recordar y momentos que fueron, pero ya no son, todo eso para poder fluir hacia delante.

Valeria Lira

@CronicaMexicana