Dónde buscan el amor los mexicanos

Normalmente, buscar el amor es una tarea que uno hace constantemente a lo largo de la vida, y no simplemente una búsqueda en Tinder. Se busca el amor de los padres, de la familia, de los amigos y luego, por la eternidad, de una pareja perfecta, que llene todas las expectativas que sobre los seres humanos edificamos.

Eso de encontrar pareja no es una tarea tan sencilla, hay que superar deficiencias personales, y en relación con los demás, y aceptar que las personas no son perfectas ni ideales; pero eso no lo entiende cualquiera.

Ya con la tecnología, se han inventado algunas utilidades para eso de “encontrar el amor”. En los años 90’s el boom fue sobre ciertos sitios que permitían abrir un perfil, y hacer match con perfiles de intereses parecidos.

Señoras, señores, niñas y hasta viejitas ociosas, hacían sus perfiles esperando encontrar a su media naranja. El resultado, obviamente, no fue el ideal, en la mayoría de los casos, y sin embargo, esos sitios nunca perdieron popularidad y siguen vigentes en la actualidad.

El avance de los dispositivos inteligentes ha creado fenómenos como el famoso Tinder, una aplicación que utiliza perfil y ubicación, para encontrar pareja y amigos, en un rango territorial cercano.

Y así, miles de aplicaciones fueron creadas únicamente con el afán de picarnos la curiosidad; porque eso sí, todos lo hacen en algún momento, todos.

Tinder, estadísticas en México

Según estudios, los mexicanos son quienes, a nivel mundial, tienden más a usar Internet para encontrar pareja, especialmente los hombres; también este país es el usuario número uno de Tinder, registrando más de un millón de mensajes al día.

Los mismos estudios aseguran que las personas prefieren estos sitios, porque temen más a un encuentro personal y mostrarse como son (sí, feos, apestosos y con granos).

La ventaja de usar Internet es que se puede usar un perfil falso, idealizarse a uno mismo como quisiera ser, y no como es en realidad, y buscar pareja con esas altas, pero irreales expectativas, y no con las de alguien que no se valora a sí mismo y tiene la autoestima más baja, que un simio frente al espejo.

En resumen, vivimos una época en la que las relaciones humanas se han transformado en procesos virtuales, cada vez menos cercanos, y basados en perfiles mentirosos, que esconden lo que hay tras la pantalla.

Y aún con todo en contra, las encuestas han demostrado que las relaciones de pareja que se inician en Internet pueden llegar, incluso a ser más duraderas que las que empiezan con un encuentro personal, quizá porque las primeras se basan en ideales y en las segundas, es difícil que haya algo más por esperar.

Valeria Lira

@CronicaMexicana