México necesita muchas Gretas Thunberg

Greta Thunberg

Greta Thunberg se está convirtiendo en un fenómeno mundial, se trata de una niña de 16 años que ha hecho eco sobre los problemas del cambio climático y la responsabilidad que los gobiernos tienen sobre ello, misma que no han asumido.

Dejando a un lado el asunto político, Greta es alguien que a su corta edad no ha tenido miedo de enfrentarse a personajes como Donald Trump, presidente de Estados Unidos, que ha declarado públicamente odiarla por su fuerte oposición al capitalismo. Incluso es bien sabido que ya tiene varios años en el activismo internacional y de la mano de organizaciones ha buscado manifestarse para frenar el desastre ecológico que hay por todo el planeta.

Sin embargo, Greta es sueca y vive en Estocolmo, una de las mejores ciudades del mundo, con una educación privilegiada, los mejores servicios públicos, índices de criminalidad casi inexistentes y todas las condiciones puestas para que las niñas y los niños cumplan sus sueños.

Si volteamos a ver cómo viven muchos niños y niñas en México, podremos observar que muy pocos tienen las oportunidades que ha gozado Greta, menos aún ellas que en buen número viven en círculos de pobreza, atrapadas en familias violentas, con educación de baja calidad y sin nada que les permita tener otros sueños más allá de apenas sobrevivir.

México tiene el primer lugar mundial en niñas menores de 14 años embarazadas, las cifras son escalofriantes y nadie hace nada para frenar esa epidemia, como si ellas por ser mujeres y en su mayoría pobres tuvieran que vivir condenadas a no tener sueños.

Claro que aquí predominan el machismo y la ignorancia, buena parte de las niñas crecen pensando que su única meta en la vida debe ser casarse y tener hijos, pero muy poco se les inspira a tener metas personales, a estudiar o lograr algo que sea sólo para ellas.

Greta Thunberg como símbolo

Importa muy poco que Greta sea blanca o privilegiada, lo que realmente importa es que es una niña empoderada, con aspiraciones grandes y cuyos límites no han sido impuestos por el machismo, la ignorancia o la pobreza.

Lo que habría que aprender es que necesitamos más niñas como Greta en México, suficientemente empoderadas como para querer cambiar el mundo, sin ataduras y sin límites, que crezcan para hacer la diferencia y no que se queden en casa porque un embarazo, una violación o el hambre las detuvo para alcanzar sus metas.

@CronicaMexicana