Lo que sigue a continuación, es una lista de los lugares más emblemáticos que posee la capital, obligados para el turismo que visite la capital, y no tanto por su valor histórico, más bien por su valor en el corazón y el estómago de los chilanguitos, que aquí sobreviven.
Turismo obligado en la CDMX
Churrería El Moro.
Cualquiera que se precie de ser citadino tiene, al menos una vez, que haber pasado afuera de la Churrería El Moro, una cafetería enclavada en el Centro de la Ciudad de México y que es famosa por hacer los mejores churros de la capital. No importa la hora, afuera siempre hay una fila enorme de personas esperando los churros, y otra más enorme para tomar una mesa en el café. Con una tradición desde 1935, este sitio es un símbolo para los defeños, y parada obligada para cualquier turista que busque una experiencia gastronómica particular. Está ubicada en el Eje Central Lázaro Cárdenas.
Torre Latinoamericana.
También sobre el Eje Central Lázaro Cárdenas, la Torre Latinoamericana es algo así como la Torre Eiffel, en París, pero de la Ciudad de México. Es símbolo, documento histórico y también víctima de la leyenda urbana. En torno a su construcción mucho se dice, sin embargo lo más intrigante es que sobrevivió, casi sin rasguño alguno, al mortífero terremoto de 1985 el que, sobre la misma avenida, derrumbó varias decenas de edificios monumentales. Tiene 44 pisos y se terminó de construir en el año de 1972, albergando las oficinas de varias compañías importantes, una cafetería con vista panorámica y un museo en su sótano.
Las Muertortas.
Mucho más hacia el sur, las Muertortas son la experiencia gastronómica defeña por excelencia. Con casi 15 años de historia y un resurgimiento en el año 2015, este puesto de tortas gigantes, es parada obligada para citadinos valientes, y turistas dispuestos para la aventura. Sobre la avenida Miramontes, lo que empezó como un puesto más, hoy día es uno de los sitios de comida callejera más famosos de la capital del país, tanto así que, alrededor, ya pululan más puestos, que ostentan el mismo concepto gastronómico, para poder abastecer a toda la clientela que ahí se da cita. Las Muertortas no representan otra cosa que, pisos y pisos de jamón, huevo, salchicha, aguacate, frijoles, chorizo y chiles jalapeños. Sólo para hombres de verdad.
Los tacos del Chupacabras.
Casi cualquiera que haya vivido un tiempo en el DF, sabe de la existencia de los tacos del Chupacabras. Avenida Río Churubusco y Xoco hicieron, durante mucho tiempo, el hogar de un puesto de tacos, a primera vista común y corriente, que cobró fama en los años 80 por su sazón en los tacos de bistec, y sus derivados. Hoy día ya no es un puesto, los tacos del Chupacabras pasaron a ser un restaurante, que sigue ubicado bajo el puente, en camino a la Cineteca Nacional.
La Alameda Central.
Con más de 400 años de historia, el que podría ser sólo un lugar de paso para los habitantes del DF, es en realidad testigo de gran parte de la historia nacional. También sobre el Eje Central, la Alameda alberga el famoso Palacio de Bellas Artes, y ostenta sobre sí varias esculturas y fuentes, que fueron colocadas en el año 2012, luego de que el sitio fuera rescatado de manos de los comerciantes ambulantes. Podría ser un lugar común, sin embargo, vale la pena observar con detenimiento los secretos que guarda, como un monumento a los fallecidos en el terremoto de 1985 y donde cada año, al llegar esa fecha, se realiza una ceremonia luctuosa.
Valeria Lira