¿A dónde emigran los mexicanos?

La migración, definida como un fenómeno en el que grupos poblacionales se trasladan de un lugar a otro para buscar condiciones de vida diferentes, no es algo nuevo. Viajando muy atrás en el tiempo, la migración ha sido una reacción normal de los grupos humanos, desde la era primitiva, cuando se acaban las condiciones para sobrevivir en un lugar o hay peligro.

Si pasamos a los años contemporáneos, las guerras y el hambre han sido causa común para que pueblos enteros emigren hacia otros lugares, en busca de mejores oportunidades o para proteger sus vidas.

Las grandes guerras son causa de la mezcla de países, razas y culturas al provocar grandes desplazamientos de población humana.

En México, la migración es tema al iniciar el Siglo XXI debido, en un principio, a las malas condiciones económicas en las que sobreviven las clases medias y bajas, lo que obliga a muchos a optar por buscar oportunidades en otros países, ya sea de manera legal o ilegal.

Se calcula que 20 millones de mexicanos viven hoy en Estados Unidos, y casi la mitad permanecen ahí sin documentación que acredite su residencia, lo que los obliga a tomar empleos de bajo nivel y que, aún así, son una opción más rentable que la que podrían encontrar en su país.

Por otra parte, y aunado a un descenso económico generalizado en todo el mundo, México se convirtió en paso de migrantes desde Centroamérica hacia el país del norte, lo que se vio agravado por las pocas condiciones de seguridad que hay aquí, y que no garantizan un paso seguro de quienes buscan el llamado “sueño americano”.

Migración hacia el sueño americano

Se calcula que 400 mil personas cruzan por México cada año para llegar a Estados Unidos, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones, lo que a estas fechas ya se está volviendo un problema social en aquél territorio, por lo que implica recibir tanta población ilegal, otorgarles hogar, trabajo, educación y salud, y ver una fuga de recursos que se van hacia otros pueblos. Inclusive se ha suscitado un debate político, porque hay sectores conservadores norteamericanos que buscan acabar con los migrantes y cerrar las fronteras a este fenómeno.

Quizá lo más destacable, dentro del fenómeno migratorio mexicano, es que este sigue siendo un sitio clave para el desarrollo de Norteamérica. Con todo y la dependencia económica de México hacia allá, también de regreso hay una fuerte necesidad de permanencia, principalmente por la mano de obra que en esa nación no se produce, sino que se importa de otras.

Y lo único que le queda, a los que permanecen aquí, son 22 mil millones de dólares en remesas y un montón de pueblos fantasmas, familias incompletas y una mezcla cultural que, se quiera o no, ya ha transformado al país.

Valeria Lira