Uno de los presidentes más repudiados en la historia de México es Gustavo Díaz Ordaz, al cual se le atribuye la tragedia del 2 de octubre de 1968 y una prohibición casi irracional a muchos movimientos y géneros musicales que eran considerados “del diablo”, como el rock, cosa irónica teniendo en cuenta al hijo de Díaz Ordaz.
Y es que Díaz Ordaz no esperaba que su hijo Alfredo no sólo sería un fiel seguidor de este género, sino que además entraría de lleno en la industria musical.
Alfredo Díaz Ordaz siempre fue un joven apasionado por la música, pasión quizás heredada por su polémico padre, aunque de una forma muy distinta, ya que el ex presidente únicamente tocaba la guitarra en pequeñas reuniones privadas o en casa y tocando música mexicana, de la cual era ferviente admirador; Alfredo por su parte, amaba todo lo relacionado con el rock & roll e incluso quiso probar suerte con varios proyecto como solista o con bandas que lamentablemente para él, nunca prosperaron.
El hijo de Díaz Ordaz y Jim Morrison
Una de las historias más conocidas de la relación de los Díaz Ordaz con la música involucra a una de las bandas de rock más icónicas del mundo,: The Doors , liderada por el siempre excesivo Jim Morrison, y que en su visita a México tuvo el “placer” de conocer al entonces presidente mexicano y a su más joven heredero, aunque no de la mejor manera.
Se dice que durante su estancia en la Ciudad de México, Morrison se vio obligado a cancelar un concierto debido a los desmanes provocados por un grupo de jóvenes en uno de los recitales exclusivos que dieron; entre esos jóvenes se encontraba Alfredo Díaz Ordaz, el cual para disculparse invitó al “Rey Lagarto” y al resto de la banda a la residencia oficial de Los Pinos para una fiesta privada, en donde la principal forma de convivencia involucraba el consumo de marihuana, situación que fue descubierta por el mandatario, obligándolo a echar a Morrison, por lo que nunca volvieron a México.
Aunque no se ha comprobado nunca dicha historia, es cierto que el menor de los Díaz Ordaz sí convivió con el cantante durante su estancia en México, pues las icónicas fotos que tiene en lugares de la capital, como Teotihuacán y Chapultepec, fueron tomadas por él.
Alfredo Díaz en la industria musical
Años más tarde y cuando Alfredo había dejado su etapa de joven rebelde en el pasado, decidió dedicarse a la industria musical, pero esta vez como productor, etapa donde conoció a la que sería el amor de su vida: Thalía. La famosa actriz y cantante mexicana, fue impulsada por Díaz Ordaz en su carrera como solista después de separarse de la banda juvenil Timbiriche e incluso logrando colocarla en el estrellato total, al protagonizar la trilogía de las Marías en la televisión mexicana.
Se dice que incluso tuvieron planes de boda, pero al no tener la aprobación de la familia del mandatario, nunca se llevó a cabo y la muerte de Alfredo por hepatitis en 1993 terminó por hacerlo imposible.
@CronicaMexicana
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