Héroes anónimos

La tragedia es el momento en que la humanidad se divide en dos: los que tienen miedo y los que deciden actuar. Aunque muchas veces quienes actúan no son recordados, por eso hoy rendimos homenaje a esos héroes anónimos.

Héroes anónimos de nuestra historia

Algunas veces, en México, gana la miseria y el olvido, la añoranza de las cosas que no pudieron ser y el coraje por los que se han aprovechado del país y su gente para robar. Pese a ello, aún hay personas que, sin buscarlo, regresan la esperanza de que los mexicanos sí pueden sacar adelante a su país, si así se lo proponen. A continuación una lista de algunos héroes anónimos que, sin reconocimiento, han dado la mano a sus hermanos.

El Cayetano

El 5 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora, una guardería del gobierno se incendió con más de 150 niños adentro. Era el medio día y la sociedad mexicana se quedó pasmada ante la magnitud de la tragedia que, en minutos, le robó la vida a quienes apenas habían nacido.

El Cayetano es un muchacho de clase humilde, sin oportunidad de educación o laboral, que se dedica a recoger basura en la calle. Vive en la miseria y lo asedian las drogas; sin embargo, aquel 5 de junio, ni toda su pobreza fue suficiente para que él ignorara su misión en la vida.

Sin pensarlo dos veces y, ante decenas de personas que temían entrar al edificio en llamas, Juan López, El Cayetano, entró y sacó a más de ocho niños en sus brazos, sin equipo, sin preparación y sin la ayuda de nadie. Asegura que no pensó ni un segundo en lo que estaba haciendo, pues sólo tenía claro que esos niños merecían vivir.

La Pulga

Marcos Efrén Sariñana se ganó su apodo de La Pulga, en septiembre de 1985. Por aquellos días varios terremotos de magnitud considerable destrozaron la ciudad de México, y derrumbaron 700 edificios, dentro de los cuales quedaron cientos de personas atrapadas. Él estaba de paso por la capital, sin embargo, como una cosa del destino, antes había tomado cursos de salvamento y primeros auxilios, por lo que no lo pensó dos veces y se unió a las labores de rescate, en medio de aquella tragedia. Dicen que fue su figura pequeña y delgada la que le permitió penetrar los escombros de muchos edificios, salvando la vida de, por lo menos, 27 personas.

Formó parte del grupo de Los Topos, una serie de voluntarios que, sobre la marcha, aprendieron maniobras de rescate en emergencias y, después de lo ocurrido en México,  acudieron a apoyar a otros países en circunstancias similares.

https://www.youtube.com/watch?v=kpBifXlejXY

Enrique Soberanes

Poco famoso en el resto del país, pero muy respetado en la comunidad de buzos de Yucatán, Enrique Soberanes fue uno de los espeleólogos más experimentados que ha tenido México, y gracias al cual se descubrieron decenas de cenotes sagrados en aquel estado.

Dicen, quienes lo conocieron, que en su juventud fue testigo de la matanza del 2 de octubre de 1968, en Tlatelolco, en la Ciudad de México, experiencia que le dejó un carácter noble y humano, que sus compañeros de expedición reconocían.

Gracias a Soberanes se descubrieron muchos tesoros del territorio Maya, siendo él mismo un gran defensor de esa riqueza, en contra de saqueadores y ladrones.

Las Patronas

La migración ilegal es un problema que acecha a Centroamérica y no ha podido ser frenado por ningún gobierno. Cada día, cientos de personas cruzan por México para llegar a Estados Unidos, buscando una mejor vida, trabajo y progreso. Uno de los caminos para llegar al país del norte es «La Bestia», un tren de mercancías que va de Chiapas a Tijuana y que es abordado por los migrantes centroamericanos.

Es ahí donde surge la historia de Las Patronas, mujeres campesinas del estado de Veracruz, que se compadecieron de la necesidad de aquellos que viajan en La Bestia, buscando un futuro.

Desde hace más de 20 años, este grupo de mujeres reparte comida a quienes viajan en el tren. Primero lo hicieron con sus escasos recursos, y ahora con el apoyo de la sociedad mexicana, tiendas de autoservicio y comerciantes que donan alimentos para la causa.

 

@CronicaMexicana