El día de tu papá

La familia no es una institución, un papel o un acuerdo legal, la familia es la que uno elige de una relación especial, fraternal y que no se acomoda a patrones o esquemas establecidos. El Día del Padre es un buen momento de reflexionar sobre esto.

La relación con papá, como la relación con mamá, es para casi todos, una cosa especial que no se puede comparar con ninguna otra, ya sea por buena o por pésima, aunque siempre inigualable.

Quizá en México no se rinde tanto culto a la figura del padre, como se hace con la figura de la madre, siendo esta última la más celebrada, porque se reconoce su sacrificio y abnegación ante las circunstancias de la vida.

Aunque también hay padres sacrificados que merecen reconocimiento. Dice el Inegi que en el país hay unos 800 mil hombres que se asumen como padres solteros, ya sea por viudez, abandono de hogar, divorcio o simplemente porque eligieron hacerse cargo de los hijos sin una pareja.

Y ya si hablamos de discriminación, la realidad es que muy poco se le reconoce a los hombres, como figuras trascendentales en el hogar. Quizá porque así es la costumbre, porque así se les educó y porque, lo más normal, es ser “feo, fuerte y formal”, sin sentimientos y, por supuesto, sin compromisos, que para eso hay mujeres.

En realidad hay muchos más hombres involucrados en la vida familiar, que los que el sistema y los medios nos hacen creer. Aunque prevalece el machismo, también los roles se han transformado, las mujeres ya salieron a trabajar y, en muchas casas, ya se equilibraron las tareas, todo por una necesidad de evolución.

Casi en todos los casos, los papás tienen o tuvieron un papel mucho más importante en la vida de sus hijos, del que se podría imaginar de manera superficial. Aprender a andar en bicicleta, matar arañas o gritar sandeces desde un auto en movimiento; casi siempre esas cosas las enseñó un papá. Incluso las malas aventuras, como esa mañana en que ibas tarde a la escuela y tu papá te jalaba de la mano tan rápido, que te caíste y te abriste la rodilla.

O más tarde, en la adolescencia, cuando te enfrentaste con él porque no entendía que los tiempos habían cambiado, que la gente pensaba distinto, y que tú tenías derecho a encontrarte a ti mismo.

Día del padre, la figura que marca nuestra vida

Eso es la vida, un cúmulo de anécdotas, buenas y malas, que uno va guardando en el cajón, y que salen cuando las celebraciones comerciales así lo demandan.

El tercer domingo de junio se celebra en México el Día del Padre, una fecha quizás no tan explotada comercialmente, pero sí muy útil para reflexionar sobre el lugar de los hombres en las familias y en nuestras vidas; recordar que gracias a ellos también estamos aquí y que, muchas veces, son quienes sufren más en silencio para conservar una figura de padre duro, severo y castigador, aunque en el fondo no sean mas que simples mortales.

Valeria Lira

@CronicaMexicana