En un mundo con enormes dificultades económicas, y donde el sistema capitalista está agonizando sus últimos años de vida, la subsistencia, en todos los sentidos, se ha vuelto un tema complicado. Así nace el crowdfunding.
No es una crisis pasajera, no es un país, ni un continente, ni tampoco es culpa del dólar. La realidad es que el sistema económico que hoy impera, está dejando fuera a miles de millones de personas, en un círculo vicioso que resta capacidad de compra, calidad de vida y garantías sociales en todos los países del planeta, del más avanzado al más pobre.
Y es así como el hombre he empezado a generar alternativas de sobrevivencia, algunas estrategias para no quedarse fuera, que se están haciendo tendencia mundial, y al mismo tiempo son el inicio de un nuevo sistema social y económico.
El llamado “crowdfunding” es una estrategia financiera que surgió apenas en el siglo XXI, y que busca la cooperación voluntaria de las personas, para llevar a cabo proyectos sociales, culturales y de negocio, lejanos a monopolios o grandes empresas trasnacionales.
El modus es simplemente generar una idea, darla a conocer a la sociedad, y esperar que las personas aporten de sus propios recursos para hacerla realidad, si es que hay un interés colectivo en que se logre.
Crowdfunding en México
México no está atrás en este sentido y tiene al menos 20 plataformas de fondeo colectivo, todas en diferentes vertientes, pero con la misma idea de apoyar el talento, la creatividad y las ganas de emprender, en un país donde nadie cree en nadie y las buenas ideas se desperdician.
Proyectos musicales, de cine, modelos de negocio, propuestas artísticas, impulso deportivo, iniciativas sociales, educativas y filantrópicas, están hoy siendo apoyadas a través de estos sitios, al mismo tiempo que la sociedad se ve involucrada, y decide en qué invierte sus recursos.
Fondeadora, Mi Cochinito, Crowdfunder, Idea, Vakita, y otras mil más, hoy están disponibles en Internet y tienen en los usuarios de redes sociales su mayor fuente de inversionistas.
Sí, los usuarios son inversionistas, porque la idea de estas plataformas es precisamente que las personas no se sientan reducidas, por no tener grandes capitales, sino más bien empoderarlas para que crean en el valor de su dinero, en el entendido de que, como sociedad también somos responsables de apoyar la iniciativa, la originalidad y las ganas de emprender.
Valeria Lira
