Cuando hay un tercero en tu relación

Y no, no se trata de un amante ni nada que tenga que ver con la infidelidad. Pasa que, en los últimos años, apareció otra especie de extraño agente, que hoy está influenciando las relaciones de pareja de muchos mexicanos; actualmente el celular es la manzana de la discordia, el «prietito» en el arroz, “la otra”, en millones de relaciones mal llevadas.

Hoy se calcula que en México hay más de 100 millones de usuarios de telefonía celular, y un enorme porcentaje, casi la mitad, son dependientes de este servicio y declaran no salir de casa si no llevan un teléfono consigo.

No sólo las relaciones de pareja, sino todas las relaciones humanas, en general, se han modificado a partir de la popularización del celular, el Internet móvil y las redes sociales; las personas ya no se reúnen, conversan por mensajes, ya no se visitan, pero miran fotos en la red social, y ya no están presentes, porque su vida está volcada a estar pendientes del teléfono y de personas con las que, en realidad, no tienen nada que ver, más allá de una cuenta en línea.

Las estadísticas no mienten, porque además de la excesiva atención de las personas hacia los dispositivos inteligentes, se suma la excesiva cantidad de información que se vierte en las redes, una costumbre que, se sabe hoy, está matando relaciones; de cada 100, 25 se separan, y un buen porcentaje de ellos le atribuye el fracaso de su relación en pareja, a una red social, ya sea por celos, mentiras o por haber encontrado a más personas involucradas.

Dicen que el que busca encuentra, y hoy en día es de lo más natural que las parejas se espíen en redes sociales, tan natural como espiar sus cajones o sus bolsas, espiar en la calle, o con binoculares desde lejos. Y obviamente, siempre el investigador encuentra respuestas a sus preguntas, lo que eventualmente va fracturando a la pareja hasta terminar de romperla.

Infidelidad y tecnología

Es triste pensar que la tecnología, tan útil como pareció ser en su momento, en lugar de acercar a las personas las esté alejando. A lo mejor la humanidad aún está demasiado atrasada, como para resistir avances tecnológicos de la magnitud que hoy se ven.

Quizá el hombre debió conformarse con el teléfono fijo y las cartas escritas a mano, porque al menos requerían un esfuerzo físico y mental, y normalmente representaban interés sincero, de la persona que las enviaba.

Lo mismo que con cualquier aparato tecnológico, el uso del celular es un error cuando acapara el tiempo y la atención de los usuarios, que olvidan que el mundo sigue girando afuera, aún cuando ellos no están presentes para verlo.

Si en el pasado vimos generaciones enteras de gente con recuerdos vívidos sobre sus vidas, sus aventuras, y que valoraban la experiencia como el más grande tesoro, tal vez mañana sólo veamos generaciones de personas que no recuerden nada, tal vez algún “like”, un meme, un “inbox” o un “whatsapp”, pero nunca los lugares a los que fueron o aquellos con quienes estuvieron, menos cómo se sintieron o por qué se alejaron; algo así como un flashback borroso, de una vida entera vertida sobre un aparato telefónico.

Valeria Lira

@CronicaMexicana