La moda del e-commerce

No, el comercio informal no abarca solamente los puestos de películas pirata, los de tacos de $2 pesos, o los mercados de chácharas. Si bien antes, ser comerciante informal solía considerarse un oficio, para personas sin oportunidades laborales o de estudio, la debacle económica del país ha pasado a muchos clasemedieros al otro lado de la acera. Aquí el e-commerce emerge como una solución.

Hoy en día, gracias a las posibilidades que otorgan Internet y las redes sociales, millones de personas en el planeta entero, han puesto verdaderos negocios en línea, sin necesidad de pagar impuestos o un local, con un horario libre e ingresos prometedores. Esto es el llamado e-commerce o comercio electrónico.

Sobre todo en México, este modelo de negocio está tomando un auge impresionante. Hurgar un poco en redes sociales, es encontrar miles de grupos y páginas de personas, que ofrecen artículos y servicios de todas clases y precios, incluso quienes dejaron la clásica venta de garage, para subir los calzones de su abuelita a Internet y venderlos como verdaderas antigüedades.

Basta con ir un sábado a medio día, al Metro Chabacano de la Ciudad de México. Son cientos de personas las que en un pasillo se reúnen a hacer entrega de todo el producto que vendieron en la semana. No importa si es comida, juguetes, electrónicos, papelería y hasta ropa, aquí se encuentra de todo y a cualquier precio, pero eso sí, Internet es el medio.

Según el Inegi, más de la mitad de la población mexicana en edad de trabajar, se dedica al comercio informal, lo que significa que, además de no pagar impuestos ni registrar ingresos, tampoco tienen acceso a la seguridad social, al ahorro para el retiro o a créditos de vivienda.

e-commerce, la posibilidad de unos pesos extras

Pero probablemente no estemos hablando de personas que no tienen un empleo fijo, sino más bien de aquellas que, aún con uno, no tienen ingresos suficientes y buscan una alternativa para completarlos.

La cuestión aquí es que, el número va en aumento, y eso habla de una situación económica insostenible, salarios cada vez más bajos, precios cada vez más altos y mexicanos que buscan alternativas para salir de la crisis.

Sobre todo en la Ciudad de México, este panorama es cada vez más común, y los parques, cafés y plazas públicas han pasado, de ser sitios de convivencia y esparcimiento, a auténticos centros de comercio, protagonizados principalmente por jóvenes que, pese a tener estudios profesionales, no han encontrado sostén económico en el trabajo formal.

Quién sabe, tal vez estemos ante la conformación de un nuevo mercado mundial, una forma de empleo del futuro, de la que los jóvenes mexicanos están siendo protagonistas y testigos, una especie de evolución de las nuevas generaciones, tan desangeladas en los últimos tiempos.

Valeria Lira

@CronicaMexicana