El Monstruo de Toluca o cómo se construye un país feminicida

El Monstruo de Toluca

En los últimos días del 2019 un sujeto conocido como el Monstruo de Toluca fue detenido por la policía, luego de que cometiera al menos 6 asesinatos de mujeres en el Estado de México, más otros tantos que aún se investigan.

Resulta ser que este asesino serial llevaba mucho tiempo cometiendo feminicidios sin otro objetivo que matar a sangre fría como una especie de venganza contra la sociedad mexicana.

 

La policía le siguió la pista en redes sociales, donde confesaba sus crímenes, daba pistas y declaraba sus intenciones de seguir matando como venganza, pues le habían confiscado a sus mascotas y eran lo que más quería en el mundo.

En medio de una nueva ola de feminismo que ha provocado manifestaciones violentas en la Ciudad de México y otras partes del país, parece ser que ahora sí le dieron gusto a las feministas y capturaron a uno de los responsables de los muchos feminicidios recientes.

Sólo en 2019 se investigaron más de 700 feminicidios en todo el país, más todos aquellos que no fueron registrados por la policía o de los que aún no se tienen pistas.

El Monstruo de Toluca, su historia

Oscar “N” confesó haber empezado asesinando a su padre a los 16 años, acto del cual se siguió con otros crímenes por venganza contra una sociedad que calificó como un verdadero asco.

Y aún no se sabe, pero este sujeto probablemente era otro marginado más en este país, alguien que creció siendo ignorado, violentado, víctima de una sociedad juzgadora y poco empática.

¿Alguien ya se preguntó que estamos haciendo como sociedad para que más sujetos como este sigan matando personas?
Desintegración, discriminación, racismo, violencia, bajo nivel educativo, pobreza, marginación, ignorancia, ¿cuántas de esas cosas no vivió un sujeto común de uno de los estados más rezagados del país, cuya miseria está en 7 de cada 10 habitantes?

México está produciendo asesinos en masa, personas que no están siendo integradas en el tejido social y cuyo abandono es tan grande que termina en estas situaciones.

El Monstruo no es el primer ni el último feminicida en México, desgraciadamente su captura sólo señala un enorme hueco social, un agujero oscuro del que están saliendo asesinos, sicarios y toda clase de criminales como si de un nido de hormigas de tratase.

Habría que preguntarnos, mucho más allá de una captura, qué estamos haciendo como sociedad para generar odio y rencor en tantas personas, además de negarles el acceso a vidas más constructivas y menos violentas.

Por cierto, ¿ya vieron Joker?

@CrónicaMexicana