Como cada año desde 1963, el primer cuadro de la Ciudad de México se iluminará con miles de luces y adornos que anuncian la llegada de la Navidad; esta tradición está íntimamente ligada con la idea de una ciudad moderna, lo cual se pensaba conseguir con la llegada del alumbrado público a la capital mexicana, impulsando también la vida nocturna de la ciudad. Conozcamos la historia de esta iluminación navideña.
Rumbo al centenario de la Independencia de México, Porfirio Díaz quería mostrarle al mundo el progreso del país y sobre todo de su capital, por lo que se comenzaron proyectos de modernización que tenían que ver con mejorar aspectos como la infraestructura, el drenaje y el transporte; sin embargo, la idea de iluminar la ciudad tiene sus antecedentes algunos años antes, en el siglo XIX.
En 1880, puntos emblemáticos como el Paseo de la Reforma y la Alameda Central comenzaron a iluminarse eléctricamente, pero fue hasta un año después, que justo en la noche previa a la celebración de los 71 años del inicio de la Guerra Independentista, que se estrenó el flamante alumbrado del Zócalo y la calle que hoy lleva el nombre de Madero.
9 años más tarde fue turno de la Catedral Metropolitana, la cual fue adornada con cientos de bombillas eléctricas, un invento que había aparecido justamente en 1880, de la mano de Thomas Alva Edison.
Las autoridades no querían escatimar para los festejos de los 100 años del México independiente y los siguientes años se fueron añadiendo más y más puntos de la capital para iluminarlos, incluidos comercios, edificios públicos y grandes avenidas; incluso la planta eléctrica de “Necaxa”, en su momento una de las más poderosas del mundo, ofreció 10,000 kW para que las autoridades lograran su cometido.
Para el mes de septiembre de 1910, las avenidas 5 de mayo y 16 de septiembre fueron las más iluminadas y para ello se utilizaron aproximadamente un millón de bombillas.
Iluminación navideña en la Ciudad de México
De esta manera, el alumbrado eléctrico como adorno era una muestra de que la ciudad había alcanzado la modernidad y a inicios del siglo XX una empresa canadiense fue la encargada de alumbrar el resto de la ciudad, haciendo atractivo que la población comenzara a disfrutar de la vida nocturna al no contar con energía eléctrica propia en sus casas, lo que motivó también a que las luminarias se encendieran también para espectaculares de publicidad en las grandes avenidas.
Fue así como la tradición de iluminar durante las fechas importantes nació antes que el alumbrado público en la Ciudad de México y tras las fechas decembrinas de 1963, se confirmó como un gran atractivo para los habitantes de la capital mexicana y un punto de inflexión para el futuro de la misma.
@CronicaMexicana
Fuentes:
https://www.iluminet.com/iluminacion-electrica-fiestas-patrias-porfiriato/
