Deportistas mexicanos de leyenda

México es el lugar de las causas difíciles y desesperadas, donde el chiste fácil y las caras bonitas florecen antes que el talento, el esfuerzo de deportistas y la capacidad para lograr grandes cosas. Y es quizá esa circunstancia la que ha detonado que aquí nazcan las más grandes figuras del deporte mundial, cultivadas sin apoyo, con carencias y con todo en contra, como si eso fuera motivo suficiente para obligarse a sobresalir.

Deportistas de leyenda

Las siguientes son sólo algunas de las más grandes figuras del deporte mexicano, que han puesto en alto el nombre del país con hazañas que quedaron para la historia.

El Tibio Muñoz

Felipe Muñoz Kapamas, mejor conocido como “El Tibio”, es un nadador mexicano que hizo historia en las Olimpiadas de 1968, al ganar la medalla de oro en los 200 metros de pecho, quedando delante de soviéticos, norteamericanos, japoneses y alemanes. Su hazaña es recordada como un hito en la historia deportiva de México, pero también en la historia social, por haber representado la esperanza, que en aquellos días estaba tan pisoteada por la represión en el país.

“El Tibio” estaba tan impactado que ni siquiera pudo cantar el himno nacional y sólo lloró.

Soraya Jiménez

En las Olimpiadas de Sidney 2000, Soraya Jiménez levantó 127 kilos y medio. Así se coronó como la campeona mundial de alterofilia. Y la primera mujer mexicana en obtener una medalla de este nivel.

Fueron sólo unos segundos para que México suspirara, y Soraya levantara la ilusión de un país en sus manos.

De origen mexiquense, Jiménez vivió siempre para el deporte, aun cuando vivió en un estado que es conocido por su poca infraestructura social y, aún más, por el poco interés de su gobierno en los atletas quienes, se sabe, tienen siempre que solventar todos los gastos de su carrera, sin ayuda ni patrocinios.

Soraya murió de un infarto en el año 2013.

https://www.youtube.com/watch?v=qCOGptIth9M

Joaquín Capilla

Se trata del deportista mexicano que más medallas ha ganado en la historia. Joaquín Capilla, nacido en la Ciudad de México, fue un clavadista que trajo el oro al país en los Juegos Panamericanos y Centroamericanos, así como en cuatro Juegos Olímpicos, del año 1948 a 1956.

A él se le atribuye que, hasta hoy, México siga siendo campeón en esta disciplina, y se le recuerda por haber arrasado, en su juventud, con las medallas de todos los colores y valías, dejando abajo a campeones de países mucho más desarrollados, de esos que sí invierten en sus deportistas.

Joaquín Capilla murió en el 2010, a los 81 años de edad. Su familia denunció que el Comité Olímpico Mexicano, la Comisión Nacional del Deporte y todos esos organismos del gobierno, simplemente lo olvidaron. Dejándolo morir en una situación precaria, sin ningún apoyo económico. Esto pese a haber llevado a la gloria al clavadismo mexicano.

Doramitzi González

Se le considera la deportista paralímpica más importante del país. Con una deformación en sus extremidades, a esta michoacana se le considera: “la sirena moreliana”; fue campeona de natación en Atenas, Beijing y Sidney. Frente a la poca infraestructura que para estos deportistas existe en el país, Doramitzi demostró que la perseverancia y las ganas de triunfar, son suficientes para romper todos los récords.

En aquella ocasión, contrastaron los altos resultados de los atletas paralímpicos mexicanos, incluidos los de Doramitzi, con el poco éxito que habían tenido, en justas recientes, los atletas olímpicos.

 

@CronicaMexicana