Superhéroes mexicanos

No todos los superhéroes son el clásico estereotipo de hombre valiente, audaz, musculoso y enorme; que suele llenar las páginas de las historietas. También hay héroes que, si no son de fuerza, sí son héroes de corazón, que defienden a los más débiles y triunfan por vencer sus propios miedos, en nombre de la verdad.

Superhéroes mexicanos

México también tiene superhéroes que nacieron aquí, personajes que alimentaron la imaginación de generaciones enteras, y todavía hoy permanecen en la memoria nacional.

El ratón Crispín

El ratón Crispín era un ratón común y corriente, que comía queso y tenía de novia a una ratona. Sin embargo, su oficio no era hacer madrigueras, sino luchar contra los malosos y abusivos.

Este personaje, que figuró en la televisión a fines de los años 70’s, pudo divertir a chicos y grandes, gracias a que era una especie de antihéroe, panzón, flojo y con un pésimo, pero inocente sentido del humor.

“¡Te odio con odio jarocho!” era su frase más clásica. Con la que se burlaba de los estereotipos de personajes norteamericanos, dándole a sus aventuras un toque de héroe a la mexicana.

Kalimán

Kalimán nació en los años 60’s, en un México mágico, donde había pocas televisiones y la radio era el instrumento favorito de la colectividad. En aquel entonces, las radionovelas eran alimento para la imaginación de millones, y las había tanto para niños como para adultos, lo que convertía a este medio de comunicación, en una costumbre casi sagrada para las familias mexicanas.

Aunque creado en México, Kalimán era un héroe egipcio que protagonizó decenas de aventuras, con su inseparable compañero Solín.

En aquel entonces, su aparición tuvo tanto éxito en la XEW, que pronto pasó a la historieta y también al cine, haciendo crecer su público de manera masiva.

Nombrado como “el hombre increíble”, se le atribuían poderes físicos y mentales sobrenaturales, además de un sentido de justicia envidiable.

El Chapulín Colorado

Es quizá el más conocido de todos los superhéroes mexicanos, que trascendió las fronteras con sus aventuras en televisión.

Escrito y personificado por Roberto Gómez Bolaños, tuvo un éxito que duró décadas enteras. Chicos y grandes lo admiraban, como el personaje de la televisión que hacía justicia y también los hacía reír.

Su creador decía que el valor del Chapulín, no radicaba en una gran fuerza o prodigiosa inteligencia, sino en que, aunque siempre tenía miedo, afrontaba a sus enemigos y salía adelante con astucia.

“Más ágil que una tortuga… más fuerte que un ratón… más noble que una lechuga… su escudo es un corazón… es: ¡El Chapulín Colorado!”

El Santo

Un clásico personaje de la lucha libre mexicana que pasó a la ficción. En cintas donde peleó contra zombis, momias, muertos vivientes, superhéroes que se volvieron malos, y hasta contra seductoras mujeres lobo.

En un inicio, este popular personaje cobró fama en un cómic, de donde saltó con gran éxito a la pantalla grande en los años 60’s.

La figura del Santo fue un mito, hasta la muerte del actor que lo personificó, Rodolfo Guzmán, de quien se decía que nunca se quitaba la máscara para no revelar su identidad.

Valeria Lira

@CronicaMexicana