Sí, aunque ya no está de moda y ahora existe Internet, ir al cine para adultos todavía es una costumbre que sobrevive en las ajetreadas calles de la Ciudad de México. No solamente es para viejitos que no saber entrar al Youporn, también hay, quienes buscando experiencias distintas, o por mera curiosidad, acuden a los cines porno para ver “qué se siente”.
Es interesante el fenómeno de los cines porno en México. En otros países, como España, la censura y la vergüenza han cedido su lugar a la mercadotecnia, así que los cines pornográficos ahí, son verdaderas cadenas, completamente modernizadas y de visita común y corriente casi para cualquiera.
Cine para adultos ¿Dónde verlos?
En cambio aquí, los cines porno están escondidos, no tienen presupuesto, exhiben cintas decadentes y están albergados en edificios a punto de derrumbarse. Inclusive, se podría decir que este tipo de recintos cada vez son menos y tienden a extinguirse.
Cine Savoy
Ubicado en pleno centro de la capital, hace media década este era un cine convencional, a donde acudían las familias chilangas, a ver cintas de Cantinflas, Clavillazo y Silvia Pinal. Hoy, como detenido en el tiempo, el Savoy es un centro de proyecciones de tipo erótico y pornográfico, que por 40 pesos la entrada, permite pasar todo el día, si uno lo desea, viendo filmes, desde el tipo “ficheras” hasta temática gay y otros.
Este lugar es uno de los más conocidos, en cuanto a entretenimiento para adultos, frecuentado por ancianos solitarios, parejas, y uno que otro chamaco puberto.
Cinema Río
Pensado principalmente para parejas, se encuentra en la calle de República de Cuba, un sitio bastante lúgubre y que da nostalgia, porque deja ver los fantasmas de una ciudad que vivió mejor.
Este cine en especial, es conocido porque es punto de reunión para parejas que quieren experimentar, dejarse ver, y echarse una manoseada a la luz de la pantalla.
Cuenta la leyenda que, en días comerciales, como en quincena, las salas se abarrotan, ¿y qué creen?, nadie ve la película…
Cine Nacional
Ubicado en la avenida Fray Servando Teresa de Mier, este cine también tuvo su época de auge, cuando era frecuentado por familias completas y proyectaba en sus pantallas churros nacionales.
Hasta hace poco, estas marquesinas exhibían cosas del tipo Huracán Anal, Por tus pujidos nos cacharon y De lengua me como tres.
Sin embargo, este sitio se diferenciaba de los demás por su propuesta, además de adúltera, bastante cultural y hasta educativa, que incluía conciertos, exposiciones, conferencias, y otro tipo de expresiones que atraían publico de todas clases.
Hace pocos meses el Cine Nacional cerró sus puertas, sin aviso previo, y sin amenaza de reapertura, acosado por las bajas ventas, los impuestos, la doble moral y el olvido de las nuevas generaciones.
Valeria Lira
