La gravedad de la crisis del Coronavirus en México no la veremos en la ridícula cantidad de muertos, sino en las dificultades económicas que quedarán sobre los mexicanos de a pie, esos que no tienen enormes salarios asegurados, atención médica de primer nivel o patrimonios que los respalden y básicamente viven al día.
Se calcula que al menos la mitad de los mexicanos vive con menos de $100 pesos diarios y con eso tienen que comer, ir a trabajar, enviar a sus hijos a la escuela, pagar renta y servicios, más todo lo que vayan necesitando en el camino.
Peor aún, con el tema del Coronavirus más de 250 mil mexicanos perdieron sus empleos, pues muchas empresas cerraron y otras tantas pararon, pero sin darle goce de sueldo a sus trabajadores.
Ahora que todo esto termine y sea tiempo de regresar a la vida normal, tendría que ser obligación de todos los mexicanos que sí conservaron sus empleos y sus salarios intactos, ayudar a aquellos menos afortunados o incluso a quienes vieron dificultades para mantener sus pequeños negocios con esta crisis.
Y es que otra cosa que nadie debería olvidar en este país es que hubo empresas, entre ellas Alsea, Acuática Nelson Vargas y Grupo Salinas, que no dieron goce de sueldo a sus empleados durante la contingencia o incluso que los recortaron so pretexto de las pérdidas económicas.
Coronavirus en México y su impacto en la economía
¿Qué pérdidas económicas pueden tener las empresas más grandes de México, que las lleven a despedir a la gente o mandarla a casa un mes sin dinero ni para comer?
Lo triste es que esas compañías viven del consumo de los mexicanos, así que a partir de ahora y aprendiendo la lección ellos mismos tendrían que dejar de darles dinero, dejar de consumirles y de llenarles los bolsillos, al tiempo que propician más el comercio local, los pequeños negocios y a los emprendedores independientes que luchan por salir a flote en esta crisis.
Si algo puede dejarle a los mexicanos esta contingencia, es la lección de que deben trabajar más en equipo, apoyar más a otros mexicanos y mucho menos a multinacionales extranjeras que se llevan el dinero de aquí. Es justo el tiempo de ir más al mercado, a los negocios del barrio, a los restaurantes pequeños y a los hoteles familiares, adquirir productos directo de quienes los hacen y dejar de apoyar que enormes monopolios exploten a muchos con sueldos de miseria al mismo tiempo que se hacen millonarios con el consumo nacional.
Todas esas empresas gigantes que no apoyaron a los mexicanos trabajadores, ahora deberían sufrir el rechazo y la recriminación de quienes sí podrían ir a dejar su dinero ahí, pero no lo harán más porque no se lo merecen.
@CrónicaMexicana