AMLO y su segundo informe de fantasía

segundo informe

Uno quisiera pensar que a cada sexenio que pasa las cosas mejoran y los presidentes hacen más, pero al menos en México eso no sucede, un presidente tras otro la cosa va peor, se endurece la situación económica, hay más pobres y el gobierno es un circo interminable. El 1 de septiembre Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, rindió su segundo informe de gobierno en el contexto de una crisis económica mundial y la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19.

Pero no, la realidad es que no dijo nada concreto, no aterrizó ninguna acción para salir de la crisis y se limitó a leer cifras que a nadie interesan.

Se sabe que por el asunto de la pandemia todo en México estuvo detenido más de 4 meses, millones de personas perdieron sus empleos, negocios fueron a la quiebra y muchos sectores vieron frenadas sus actividades. Aunque nada de eso parece preocupar al presidente, quien además está sumamente empeñado en seguir su proyecto sexenal del Tren Maya, un tema que debiera haber quedado en segundo plano ante la situación que se vive y para la que se tendrían que haber dado todos los recursos económicos posibles.

Segundo informe ¿Cómo vamos?

AMLO habló en su informe de una supuesta recuperación económica, lo que contrasta por completo con los casi 13 millones de empleos perdidos y con las opiniones de los expertos, quienes aseguran que esto no ha terminado y la crisis financiera va para largo.

Literalmente el presidente dijo que a la economía mexicana la salvarían las remesas y las tarjetas de apoyo social para grupos vulnerables. O sea que, según sus augurios, en los siguientes años los mexicanos vivirán de los inmigrantes y de las limosnas que les regale su gobierno, ¡excelente pronóstico!

Parece ser que AMLO olvidó todas las cosas no resueltas que quedaron paradas por el Coronavirus, los millones de niños que se quedaron sin escuela, los negocios que no volverán a abrir ni a dar empleos, toda la industria del entretenimiento que se cae a pedazos, el sector del deporte que se quedó flotando y un largo, muy largo etcétera.

Pobre AMLO, ni cómo ayudarlo, le tocó un país de cabeza y se le atravesaron varias crisis. Tanto que quería ser presidente y ahora no sabe qué hacer.

¿Será que vive en una fantasía, un país de magia y alegría, donde no pasa nada?

@CrónicaMexicana