Ya sabíamos todos que el tema del Tren Maya iba a representar la destrucción de la riqueza natural en el sur de México, un sitio que de por sí ya ha perdido mucho de lo suyo con la invasión de las grandes cadenas hoteleras y el turismo masivo.
Sin embargo, pareciera que no todo es tan malo. Con la construcción de este tren en la región de Quintana Roo, Campeche y Yucatán se encontraron vestigios del mundo maya con miles de años de antigüedad, más de 3 mil piezas pertenecientes a la civilización que antes habitó la zona.
Incluso se está estudiando lo que podrían ser pirámides hasta ahora desconocidas en esa región, sumándose éstas a la importancia que tienen espacios como Chichén Iztá, Tulum, Uxmal, Tajín o Calakmul, entre muchos otros.
Todos los mexicanos deberían saber la importancia que tuvieron y tienen todavía los mayas para este país, tomando en cuenta que fueron un pueblo incluso más avanzado en conocimiento que la humanidad actual, pues poseía verdades sobre el universo a las que nosotros aún ni siquiera nos acercamos y su legado ha llamado incluso la atención de entidades como la NASA, que ve en esta civilización muchas respuestas a preguntas sobre la existencia y la vida en otros planetas.
Tren maya vs el patrimonio histórico
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) está coordinando investigaciones en la zona, supuestamente para proteger los vestigios y evitar el saqueo. Aunque ya sabemos que las instituciones en México sirven para casi nada y sólo funcionan para la corrupción, el robo y las horas nalga de sus funcionarios.
No esperemos que protejan los vestigios mayas, a estas alturas el saqueo debe estar a su máxima expresión y lo más probable es que a los mexicanos sólo se nos permita ver una mínima parte de todo lo que ahí había. Queda en nosotros investigar y enterarnos de qué es lo que nos dejaron como legado los mayas, de dónde vinieron y a dónde se fueron.
Encima el famoso tren es la punta de lanza de la destrucción del sureste mexicano, un proyecto turístico pensado para enriquecer a funcionarios, políticos y empresarios, y empobrecer todavía más a los que ahí habitan. Se sabe que más del 40% de la ruta trazada está habitada y quienes ahí tienen sus casas simplemente serán desplazados a otras regiones en total pobreza, abandono y miseria.
@CrónicaMexicana
